En algún lugar del mundo, John, una persona como cualquier otra, a excepción de que no era muy amistoso con todos; se podría decir que es el típico hombre al que ni su madre escucha, simplemente... John hace lo que quiere.
Trabajando en una tienda de Discos desde hace algún tiempo, John decide salir temprano sin el consentimiento de su jefe. Muy mal hecho John.
John algo cansado de su rutina diaria, desde levantarse a las 7:00am y desayunar el mismo serial, hasta salir del trabajo a las 8:00pm, decide ir a pasear un rato por la ciudad, observando a las personas a las cuales el pensaba, ''Mira, ellos tienen una vida, ¿Que tienes tu?, nada.''/
Hey, pero espera, estamos avanzando algo rápido sin siquiera explicar el por que de la situación de John.
Verán, John nunca fue así.
Todo tiene un comienzo, y este es el comienzo de John.
1994/3/julio/
Un chico llamado John tiene que empezar a ir a la Primaria, no se siente emocionado ni nervioso, es entonces cuando sus padres hablan con el, le preguntan -John, dinos, ¿no estas emocionado por tu primer día de clases?, veras que hay mucho que hacer, pero recuerda que no toda la gente piensa igual, trata de llevarte bien con todos y no te metas en problemas.-
''Bla, bla, bla'' Pensaba John, John no es un chico al que le puedas decir que hacer, y pensar que lo hará por el simple hecho de que se lo hayas pedido.
John no quiere entrar el primer dia, para no tener que presentarse con los demás, luego habrá tiempo para presentarse.
-¿John puedes entrar al salón?
- Claro, solo déjeme ir a por algo, ya vengo.
Y ese fue el primer día de Pinta de John.
Y así fue por algún tiempo, a decir verdad nunca tuvo problemas para estudiar, siempre fue un chico listo, pero algo rebelde; aun así se graduó de la primaria.
Sus padres orgullosos deciden hacerle un fiesta, ''No lo hagan, no lo hagan, no lo hagan'' Pensaba john mientras se imaginaba como seria tener que convivir con tantas personas, familiares, amigos y a otros que no recuerda./ Finalmente termino la fiesta, mas temprano de lo planeado, ¿Que por que?, pues John les tiro el pastel en la cara a sus primos, antes de que sus primos le empujaran la cara contra el pastel, al fin y al cabo; John hace lo que quiere.
El rincón de Liu.
En este Blogger, podrás disfrutas de grandes relatos de misterio,drama,accion y terror... disfruta de la música, he puesto unas 2 para disfrutar y otras para simplemente acompañar la lectura, escribo los lunes y viernes, por favor recomienda este Blog para que los demás al igual que tu puedan disfrutar de grandes relatos. Atte: Liu Woods
jueves, 30 de julio de 2015
martes, 21 de enero de 2014
Hoenn allá vamos.
Hoenn allá vamos.
Antes de salir de pueblo paleta El Prof.Oak nos ha dicho que vayamos a su laboratorio, dijo algo así de una sorpresa para nuestra aventura.
Green dijo que deberíamos ir para ver qué ocurre.
Llegamos y nos dijo el Prof.Oak : ‘’Buenos veo que saldrán de nuevo a un viaje fuera de esta región, así que para que se adapten un poco les regalare un pokémon a cada quien, como hace años atrás, estos son Treecko, Torchic y Mudkip, bueno ahora escojan su acompañante para esta aventura’’.
Bueno como Green es su nieto deje que escogiera el primero así que lo hizo, dudo un poco pero luego con toda confianza eligió a Treecko haciendo honor a su nombre que en español significaba ‘’verde’’ por mi parte decidí hacer lo misma y hacerle honor a mi nombre escogiendo a Torchic, esto me recordaba mucho cuando Green y yo empezamos nuestra primera aventura, como si hubiese sido ayer.
Después de ahí le dimos las gracias al Prof.Oak y salimos a echarnos un pequeño combate para recordar esos momentos de la infancia.
Como era de esperarse… quedamos empate nuestros pokémon se debilitaron al mismo tiempo, después de eso los curamos con unas pociones que tenía Green de reserva, antes de dirigirnos al aeropuerto nos encontramos de nuevo con Blue y nos dijo: ‘’Quiero ir con ustedes, el Prof.Oak me ha dado un pokémon, así que quiero acompañarles’’ se me acerco y me abrazo, Green lo estuvo pensando un poco y dijo: ‘’Claro, Porque no’’ Blue se emocionó y me beso, me sonroje un poco pero como negarle el beso a Blue, Green interrumpió el momento diciendo ‘’Y bueno ¿Cuál es tu nuevo pokémon?’’ Blue nos enseñó su pokémon, creo que Green ya sabía que pokémon era pero ¿Por qué nos interrumpió? Bueno eso no importa ahora, el pokémon que recibió Blue era nada más y nada menos que Mudkip, rayos que se nos hace tarde para ir al aeropuerto hay que apurarse, parece que llegamos justo a tiempo para el vuelo, me emociono con tan solo saber de nuevos pokémon y rivales, valla no puedo esperar más.
Blue estaba algo cansada así que le di mi chaqueta y se puso mi gorra vaya que le quedaba bien.Blue se ha quedado dormida en mi hombro, jaja que tierna se ve… al momento de besarle sus labios son muy suaves, tratare de acercarme a sus labios… no mejor no, si no haré que se despierte, tratare de dormirme un rato solo tardaremos unas horas para llegar a Hoenn…
To be continued...
Bueno amigos esta es la 4ta parte de esta historia, y bueno gracias a esto me han dado ganas de jugar de nuevo a Pokémon Saphire, aunque mis padres no me dejan usarlo mucho…
No sé cuándo haga la 5ta parte, pero les confirmo que si lo hare, pero no cuando ya que estoy algo ocupado con eso de la vida ‘’Social’’ la cual yo digo que no tengo, pero bueh~…
Pero recuerden amigos, disfruten de esta maravillosa historia, abran más sorpresas que estas nos vemos amigos ;D
Antes de salir de pueblo paleta El Prof.Oak nos ha dicho que vayamos a su laboratorio, dijo algo así de una sorpresa para nuestra aventura.
Green dijo que deberíamos ir para ver qué ocurre.
Llegamos y nos dijo el Prof.Oak : ‘’Buenos veo que saldrán de nuevo a un viaje fuera de esta región, así que para que se adapten un poco les regalare un pokémon a cada quien, como hace años atrás, estos son Treecko, Torchic y Mudkip, bueno ahora escojan su acompañante para esta aventura’’.
Bueno como Green es su nieto deje que escogiera el primero así que lo hizo, dudo un poco pero luego con toda confianza eligió a Treecko haciendo honor a su nombre que en español significaba ‘’verde’’ por mi parte decidí hacer lo misma y hacerle honor a mi nombre escogiendo a Torchic, esto me recordaba mucho cuando Green y yo empezamos nuestra primera aventura, como si hubiese sido ayer.
Después de ahí le dimos las gracias al Prof.Oak y salimos a echarnos un pequeño combate para recordar esos momentos de la infancia.
Como era de esperarse… quedamos empate nuestros pokémon se debilitaron al mismo tiempo, después de eso los curamos con unas pociones que tenía Green de reserva, antes de dirigirnos al aeropuerto nos encontramos de nuevo con Blue y nos dijo: ‘’Quiero ir con ustedes, el Prof.Oak me ha dado un pokémon, así que quiero acompañarles’’ se me acerco y me abrazo, Green lo estuvo pensando un poco y dijo: ‘’Claro, Porque no’’ Blue se emocionó y me beso, me sonroje un poco pero como negarle el beso a Blue, Green interrumpió el momento diciendo ‘’Y bueno ¿Cuál es tu nuevo pokémon?’’ Blue nos enseñó su pokémon, creo que Green ya sabía que pokémon era pero ¿Por qué nos interrumpió? Bueno eso no importa ahora, el pokémon que recibió Blue era nada más y nada menos que Mudkip, rayos que se nos hace tarde para ir al aeropuerto hay que apurarse, parece que llegamos justo a tiempo para el vuelo, me emociono con tan solo saber de nuevos pokémon y rivales, valla no puedo esperar más.
Blue estaba algo cansada así que le di mi chaqueta y se puso mi gorra vaya que le quedaba bien.Blue se ha quedado dormida en mi hombro, jaja que tierna se ve… al momento de besarle sus labios son muy suaves, tratare de acercarme a sus labios… no mejor no, si no haré que se despierte, tratare de dormirme un rato solo tardaremos unas horas para llegar a Hoenn…
To be continued...
Bueno amigos esta es la 4ta parte de esta historia, y bueno gracias a esto me han dado ganas de jugar de nuevo a Pokémon Saphire, aunque mis padres no me dejan usarlo mucho…
No sé cuándo haga la 5ta parte, pero les confirmo que si lo hare, pero no cuando ya que estoy algo ocupado con eso de la vida ‘’Social’’ la cual yo digo que no tengo, pero bueh~…
Pero recuerden amigos, disfruten de esta maravillosa historia, abran más sorpresas que estas nos vemos amigos ;D
Las amistades nunca terminan.
Las amistades nunca terminan.
Era Green . . .
Su gran mirada fría que el tenia había cambiado algo, su mirada era algo triste y depresiva, cruzamos miradas, fue como si jamás nos hubiéramos visto.
Blue dijo ‘’ ¡Green, que bueno que estas aquí, mira es Red! ’’ Green saco unas que otras lágrimas, Blue trato de consolarlo mientras yo pensaba y me preguntaba ‘’ ¿Todo esto es mi culpa?, ¿acaso he hecho algo malo? ‘’.
Green me miro a los ojos de nuevo y me dijo
‘’ Todo este tiempo he estado buscándote por que nunca quise aceptar que tu estuvieras muerto, Red somos amigos y los amigos son para siempre ¿recuerdas? ‘’
Era Green . . .
Su gran mirada fría que el tenia había cambiado algo, su mirada era algo triste y depresiva, cruzamos miradas, fue como si jamás nos hubiéramos visto.
Blue dijo ‘’ ¡Green, que bueno que estas aquí, mira es Red! ’’ Green saco unas que otras lágrimas, Blue trato de consolarlo mientras yo pensaba y me preguntaba ‘’ ¿Todo esto es mi culpa?, ¿acaso he hecho algo malo? ‘’.
Green me miro a los ojos de nuevo y me dijo
‘’ Todo este tiempo he estado buscándote por que nunca quise aceptar que tu estuvieras muerto, Red somos amigos y los amigos son para siempre ¿recuerdas? ‘’
le respondí con una sonrisa y un gran estrechón de manos, valla que no recordaba hacer algo así.
Green me hizo una pregunta, la cual era esta ‘’ Red ahora que te han vencido… ¿Qué es lo que harás? ‘’ Le dije: ‘’ No lo sé, tal vez valla en busca de más aventu… ‘’ Green me interrumpió y dijo ‘’ Si vas de aventuras iré contigo todo este tiempo que has estado ausente me ha hecho reflexionar sabiendo que hay que estar siempre juntos Red, además creo que necesitaras a alguien que te guié en tu viaje, ya que hay nuevos pokémon que debemos capturar y nuevas regiones que conocer’’
‘’¿Nuevas regiones, nuevos pokémon?, pero pensé que los había atrapado a todos’’ algo impresionado por esa noticia hiso que mis ganas de salir a viajar fueran más grandes, ‘’Claro que sí Red, valla que estas muy retrasado de noticias’’ respondió Green, ‘’ Bueno trata de saber más del mundo estando en un monte esperando a un rival digno a vencerte ‘’ dije, ‘’ja ja ja’’ Green no paraba de reír con ese comentario. Bueno ahora estamos preparándonos Green y yo para salir de pueblo paleta y dirigirnos hacía la región de Hoenn, espero que haya muchos pokémon y poder atrapar a todos de esa región, bueno aun con mi experiencia me falta mucho de que aprender haré lo que pueda pero algo que estoy muy seguro… es que… Los atrapare a todos.
To be continued…
Bueno
amigos está el tercera parte de esta emocionante historia y nuestros viajeros
Red y Green se dirigen este momento a la región Hoenn, claro que se habrán
impaktado algo
pero así es el trama de esta aventura.
pero así es el trama de esta aventura.
Bueno estaré haciendo la 4ta parte
Mientras ustedes de seguro estarán
esperándola.
La región de Hoenn tiene grandes sorpresas para Green y Red…
lunes, 2 de diciembre de 2013
La maldición de El Rey Unown
Esto me sucedió la Navidad pasada:
Serían alrededor de las once de la noche; mis padres no estaban en casa y no volverían hasta el siguiente día, pues estaban de fiesta en casa de mis abuelos. En circunstancias normales habría ido, pero me encontraba enfermo.
Así que allí estaba yo, solo en casa con 38° y medio de temperatura, viendo televisión, cuando de repente el timbre suena. Fui a ver quién era; no esperaba ninguna visita y me constaba que mis padres no podían ser, pues el pueblo de mis abuelos está a hora y media de donde yo vivo, y me habían llamado para avisarme que ya habían llegado hacía tan sólo un cuarto de hora. Vi por la mirilla para ver quién era, pero no había nadie. Supuse que sería un bromista borracho, algo nada raro en Nochebuena… Abrí la puerta para gritarle, pero cuando salí me encontré con un paquete en el rellano. ¡Vaya!, parecía que Papá Noel se había adelantado este año. No sé quién habría sido, pero en aquel momento me pareció una persona bastante generosa.
Metí el paquete en mi casa y lo abrí. Dentro de él había un sobre en el que aparecía escrito: “Quédatelo, ya no lo quiero”, y una copia de Pokémon Plata. Eso me pareció genial, pues tenía muy buenos recuerdos de aquel juego, y al mío se le había agotado la batería interna. Cogí mi viejo Gameboy Advance SP y comenzó mi viciada. Pero antes abrí el sobre para ver lo que había dentro. Había una nota con instrucciones a seguir. Aún el día de hoy la conservo junto con el juego, y dice así: “Hola, si estás leyendo esto es porque tienes mi juego, y ya que te lo he regalado, te pido por favor que lo continúes hasta el punto que te menciono en esta carta; luego puedes jugarlo libremente”.
“Bueno, ya que me lo has regalado”, pensé, “¿qué de menos puedo hacer por ti?”. Seguí leyendo:
“1º No empieces una nueva partida, continúa la mía. Tengo capturados a los tres perros legendarios, y le he entregado la GSBALL a César, así que en cuanto vayas a hablar con él podrás capturar a Celebi. Tengo capturados 248 pokémon; aparte de Celebi, me faltan Lugia y Ho-oh, por favor captúralos y completa la Pokédex”.
¡Joder! ¡Qué suerte! Me lo había servido en bandeja de plata. Lo cierto es que me hacía ilusión completar la Pokédex, así que me puse a ello. Continué el juego que ya había empezado su antiguo dueño y lo primero que hice fue revisar sus datos. El nombre del entrenador era SUSEJ —os contaré luego lo que significa, si no os habéis dado cuenta ya por vosotros mismos—. Mi equipo constaba de Houndoom, Lapras y Slowbro, a los niveles 66, 32 y 63, respectivamente, y un Sandshrew, un Abra y un Pidgey a niveles muy bajos, que seguramente los tenía para usar los MO. Tenía 16 medallas y el límite de dinero. Tiempo de juego 229:50, o por ahí, y el Pokégear marcaba poco más de las 11:50 p.m. del sábado, la misma hora y día de la semana que en las que estaba jugando. Luego de conocer mis datos, empecé a jugar. Primero capturé a Celebi, ya que nada más al empezar me encontraba en Pueblo Azalea, y era lo que me quedaba más cerca. Pensaba que sólo se podía capturar en la versión Cristal, pero bueno, hice todo el proceso: fui a hablar con César, recibí la GSBALL, luego fui al encinar, la deposité en el monumento al guardián del bosque y comenzó la batalla con Celebi. Me hizo mucha ilusión capturarlo, ya que sin un evento especial no se podía conseguir. Lo capturé después de un rato cuando me cansé de tirarle pokébolas normales y le lancé una Bola maestra —de tres que tenía—, y apareció el mensaje diciendo que había sido transferido al PC de Bill, a la caja de “Pandora”. Supuse que sería una broma. Para quien no lo sepa, la caja de Pandora es un mito, creo que griego, que relata que, de ser abierta la caja, saldrían de ella demonios y cosas así, y la raza humana estaría condenada. Sin darle demasiada importancia, ya que el nombre de las cajas se podía cambiar, continué y capturé a los otros dos legendarios que me quedaban. Fue fácil, como ya dije antes, tenía las Bolas maestras necesarias. Una vez capturados todos los legendarios, y con ello completada la Pokédex, retomé las instrucciones que me dejó el antiguo dueño:
“2º Ahora que has capturado a todos los legendarios, crea el siguiente equipo: Mew, Celebi, Ho-oh, Lugia, Suicune y Moltres. Espera a que el Pokégear marque las 3 a.m. para realizar el siguiente paso”.
Entonces era la una de la mañana en el juego, y como marcaba la misma hora que era en realidad, tuve que mantenerme despierto hasta las tres. No me importó, la pasaba bien jugando aquel juego. Fui a hablar con Oak, a ver qué me decía por la Pokédex, fui a Ciudad Azulona a reclamar el diploma que certificaba que había completado la Pokédex, derroté a Rojo, y eché un vistazo a las demás cajas. ¡El tipo había capturado incluso los cuatro MissingNo.!
Seguí haciendo tonterías así hasta que me percaté de que ya eran las 2:45 a.m. Entonces leí el siguiente paso:
“3º Cuando sean las 3 a.m., ve a las Ruinas Alfa, entra en la cámara principal y ve hasta la última estatua que hay siguiendo el pasillo hacia abajo. Enfrente de ella pon la Radio Unown, y habla con ella”.
Así lo hice, cogí el Magnetotren y desde Ciudad Trigal fui andando hacia mi destino, pues tenía tiempo de sobra. Cuando por fin llegué eran las 2:58, así que estuve dos minutos esperando enfrente de la estatua, ya con la Radio Unown puesta. Ese ruido me ponía bastante nervioso.
Apenas el Pokégear marcó las 3 a.m., hablé con la estatua. Emitió el ruido de un pokémon, pero no me sonaba a ninguno que conociese, y empezaron a salir cuadros de texto: “Mew ya no está”, seguido del grito de Mew. “Celebi ya no está”, y su grito, y así sucesivamente hasta que nombraron a todos los pokémon de mi equipo. Al final salió otro cuadro de texto: “El sacrificio de tu Equipo ha permitido la liberación de El Rey Unown”.
Luego de que cerré el cuadro de texto la pantalla se volvió negra por unos dos segundos, y después apareció la página del Rey Unown en la Pokédex, que decía algo así: “Esta feroz bestia puede dormir durante siglos, y cuando despierta mata lo que sea para alimentarse”. No tenía ningún número, y su grito era el que había sonado antes. Era azul oscuro como los Unown, pero su forma sólo se parecía a ellos en la cabeza, en la que tenía tres cuernos, como si de una corona se tratase, y un solo ojo. A diferencia de los Unown, tenía cuerpo, patas y unos brazos que terminaban en pinzas, manchadas de rojo, imagino que simulando sangre.
Hell Bell
Luego de que la cuarta generación de Pokémon lo decepcionara muchísimo, mi hermano me regaló todas sus cosas de Pokémon, molesto. Recibí cientos de cartas para añadir a mi colección, el Blastoise de peluche que ganó en King’s Island hace nueve años y el juego de Pokémon Diamante que le hizo perder completamente su amor por el juego y todo lo asociado a ello. Ese capítulo de su vida se cerró tristemente mientras que la mía obtuvo algo para continuar.
Admitiré que los juegos para la DS me decepcionaron también, había algo en ellos que hizo que la magia de los juegos se desvaneciera un poco. Como una persona que creció con los originales, la cuarta generación simplemente no era “mi” Pokémon. Aun así, no iba a darle la espalda a algo que me acompañó durante mi niñez simplemente porque el juego me decepcionó un poco.
De hecho, quería Diamante. Dialga era muchas veces mejor que Palkia, y de verdad disfruté el hecho de que finalmente iba a capturarlo en lugar de hackear para obtenerlo o cambiarlo.
Antes de que continúe, debo decirles que esto no involucra a Dialga en lo absoluto. Simplemente me gusta y originalmente quería la versión Diamante, pero me tuve que quedar con Perla porque mi hermano lo pidió primero.
Esto comienza con un pokémon legendario, aunque tengo la certeza de que si hubiese usado cualquier otro el resultado habría sido el mismo. Comencé con su partida guardada, sólo para ver todo lo que tenía. La información decía que tenía a todos los Pokémon en su Dex, incluso los que aún no salían a través de eventos wireless, lo que me recordó que él adoraba usar códigos Action Replay para mejorar su experiencia al jugar; fue probablemente lo único que lo hizo quedarse con el juego por todo ese tiempo… pero incluso usar cheats llega a aburrir con el tiempo.
Luego de iniciar su juego, vi su equipo: tenía seis Rayquazas shiny de nivel 100. Como todos los pokémon que tenía, los capturó usando el tardado código “encuentra a cualquier pokémon”, donde tenías que tirar Heart Scales para indicar qué pokémon querías capturar a nivel 100. Si bien los Pokémon encontrados con este código eran igual de débiles que uno al que se le haya dado un gran número de Rare Candies, aún recuerdo cómo perdía frecuentemente contra estos.
Yo usé este código cuando jugué Perla por primera vez, e intercambié los pokémon a través de internet para incrementar mis posibilidades de ganar la lotería del juego. Si bien él no necesitaba ningún pokémon para completar su Pokédex, intercambiar siempre era una experiencia divertida sólo para ver de dónde venían.
Así que fui al Global Trading Center de Jubilife City para ver qué podían darme por uno de los Rayquazas. Sabía que los podía cambiar por cualquier cosa, pero en secreto guardaba rencor contra esos seis por masacrarme tantas veces.
Ya en la red de intercambio, ofrecí uno por un Bronzong que elegí al azar de la primera lista. Elegí que el nivel fuera 100, para que el trato fuese más o menos justo. Luego de eso, apagué la consola por un rato.
Volví después de unas horas para ver si alguien me aceptó el intercambio. Me emocioné de inmediato cuando comenzó la secuencia de intercambio. Sé que era un simple Bronzong, pero aun así, me gustaba mucho el proceso. Podrían haberme mandado un Magikarp y me habría excitado por eso.
Recibí un Bronzong shiny llamado “Hell Bell”. Me sorprendí de que me dieran un shiny a cambio, nunca recibí un shiny al intercambiar en Pearl… pero el nombre me molestaba un poco. Siendo una persona ligeramente religiosa, no me siento cómoda hablando de algo relacionado con el Infierno o algo por el estilo… incluso el escribir esto me hace sentir como si pudiese provocar un evento similar de nuevo. Sólo espero que esto funcione como una experiencia de enseñanza para ustedes y no como algo más para mí.
Luego de salir, revisé sus stats; todo estaba en 666, su viejo entrenador era llamado “Beelze” (algo que, de nuevo, tocó una fibra sensible en mí) y fue capturado en la Lost Tower, pero estaba dentro de una Cherish Ball.
Claramente era hackeado, pero fue lo que obtuve por ofrecer un hack.
Los stats y la información del pokémon me asustaron un poco, pero supuse que no me daría problema. Igual, si no me gustaba, siempre podía ofrecerlo a cambio de algo nuevo… era aquí donde aceptaría a un Magikarp gustoso. Pero cada vez que intentaba ponerlo en el GTS, el juego me notificaba que “ese pokémon no podía ser ofrecido para intercambio”.
Esto me pasó varias veces antes cuando intentaba cambiar legendarios hackeados. Aun así, quería deshacerme de él, por lo que la única otra opción era liberarlo. Antes de ir a la PC, revisé el ítem que tenía adherido. El dueño le había dado un correo, que siempre eran divertidos; aunque las elecciones de lo que puedes decir son extremadamente limitadas y las cartas siempre son cursis.
Elegí a Hell Bell y revisé el correo, y no parecía haber sido elaborado de forma normal; de hecho, parecía como si lo hubiesen hecho letra por letra como se hacía en Gold y Silver. El mensaje sólo tenía tres palabras:
“Llévame de regreso”.
No estaba segura de lo que significaba. Ciertamente no podía ofrecerlo para intercambio, y aunque pudiera, no había forma de asegurarme de que Hell Bell regresaría con Beelze, así que borré el mensaje y fui a la PC para liberarlo.
Elegí la opción de “depositar pokémon” y seleccioné a Hell Bell para liberarlo, pero cada vez que el sprite se encogía, de inmediato volvía con un mensaje, diciendo algo así como “¡Hell Bell no quiere abandonarte!”.
De nuevo, esto me ocurrió antes cuando estaba limpiando una caja de la PC y decidí liberar un Shinx que había capturado al inicio del juego. Pensé que era algo tierno y convertí al Shinx (ahora un Luxray) en un miembro permanente de mi equipo… pero esto era simplemente molesto.
Cuando revisé a Hell Bell de nuevo, tenía otro correo, cosa que no tenía sentido pues se lo quité la primera vez. Lo abrí y leí un mensaje, algo más largo:
“No puedo ir por mi cuenta. Llévame de regreso”.
De nuevo, le quité el ítem y traté de liberarlo, sin éxito. Cuando quise depositarlo, el juego me decía que removiera el correo del pokémon primero… Tras revisarlo de nuevo, Hell Bell tenía otro correo en su posesión.
“Lost Tower”.
Finalmente se estaba volviendo más específico, algo que se me hizo relajarme; al fin sabía a dónde quería ir. Tal vez abandonaría mi equipo si lo llevaba ahí. Me atraía la idea de saber por qué este pokémon estaba haciendo que mi juego actuase tan raro. Definitivamente estaba hackeado, y sé que un hack decente no afecta el juego, pero que uno malo puede hacerlo colapsar.
Ansioso por deshacerme de él, dejé el edificio del GTS. Estaba muy impaciente como para tomar a un pokémon volador del PC, así que sólo le enseñé a uno de los Rayquazas el movimiento “Fly” y elegí usarlo. Pero cuando elegí Solaceon Town en el mapa, el juego me informó que no podía volar ahí. Sabía que mi hermano había visitado la ciudad antes, y no sabía por qué no podía ir, pero no me tomé el tiempo para pensar en ello y volé hacia Hearthome.
De ahí viajé por la ruta 209 hasta Lost Tower y esperanzado con poder deshacerme de este extraño pokémon. De inmediato me di cuenta de la falta de gente en la ruta. De hecho, no recuerdo contra quiénes podía enfrentarme ahí, pero sé que al menos había unos cuantos NPCs… el área estaba completamente sola.
Bueno, no completamente. Sí había una persona moviéndose de atrás hacia adelante: el sprite de un anciano de cabello blanco.
Intrigado, le hablé, y fue ahí donde las cosas comenzaron a ponerse algo raras para mí. No decía algo que tuviese sentido, simplemente repetía la misma cosa una y otra vez por un tiempo molestamente largo, así como cuando hablas con cierto ciclista en Ruby, Sapphire y Emerald.
“SUENA LA CAMPANA SUENA LA CAMPANA SUENA LA CAMPANA SUENA LA CAMPANA SUENA LA CAMPANA SUENA LA CAMPANA SUENA LA CAMPANA SUENA LA CAMPANA SUENA LA CAMPANA SUENA LA CAMPANA SUENA LA CAMPANA SUENA LA CAMPANA SUENA LA CAMPANA SUENA LA CAMPANA SUENA LA CAMPANA SUENA LA CAMPANA SUENA LA CAMPANA SUENA LA CAMPANA SUENA LA CAMPANA SUENA LA CAMPANA SUENA LA CAMPANA SUENA LA CAMPANA SUENA LA CAMPANA”
Esto no significaba nada para mí, por lo que no me molesté en hablarle de nuevo. Sólo seguí moviéndome hacia la torre.
Una vez dentro intenté subir las escaleras, pero algo me lo impedía. Pensé que todos los pokémon hackeados al fin habían logrado joder mi juego, pero ése no fue el caso. Luego de un momento de silencio, el sonido de una gruesa campana de bronce comenzó a reproducirse lentamente (si tienes curiosidad de como se oye, inicia tu Heart Gold/Soul Silver; ésa campana es el sonido). Luego de cuatro tañidos, la tumba en el centro de la habitación se quebró y se destrozó como si hubiesen usado Rock Smash en ella. Bajo la tumba estaba un agujero, y ya que no podía ir por las escaleras hacia arriba, caminé hacia él y caí.
Al aterrizar me encontraba en una plataforma similar a la que está en la Sala del Origen, donde encuentras a Arceus (no hagan como si no supiesen de qué hablo, todos hemos hackeado ese evento), sólo que era más oscura. Mientras que la plataforma transparente era blanca y brillaba en el caso de Arceus, ésta era más de un color rojo oscuro. Se veía maligna, totalmente diferente a la vibra “sagrada” que recibes de la Sala del Origen. Viniendo desde la plataforma había un tramo de escaleras anchas que parecían más bien hechas de mármol negro en lugar de blanco.
No podía volar, usar excavadores y no traía Escape Ropes, así que tomé las escaleras y la campana (que ahora asumo que era Hell Bell, pues Bronzong es, en efecto, algún tipo de campana) continuaba sonando lentamente.
Me sentía muy mal, pero continúe subiendo las escaleras. A medida que subía se empezó a ver como con niebla y más oscuro. Cuando alcancé el fondo, me encontré con un camino estrecho rodeado por largas fosas de lava a los lados, como la cueva donde encuentras a Groudon en la tercera generación.
El camino continuó en línea recta por cuarenta pasos antes de ir a la derecha por otros cuarenta y finalmente ir hacia arriba. El camino final era largo; aún había lava burbujeante a los lados, y con cada paso que daba, la campana comenzaba a sonar más rápido.
Finalmente terminé el camino, llegando a una plataforma pequeña, y la campana dejó de sonar. Me pregunté qué sucedería ahí, pues no había nada más que hacer, ninguna forma de liberar a Hell Bell o de salir. Recibí mi respuesta en la forma de una voz sin cuerpo. Una caja de diálogo apareció, y decía:
“Oh, ¿me has regresado a Hell Bell? De verdad lo aprecio”.
Entonces surgió frente a mí el sprite de un Caballero, y el sprite de Hell Bell salió, parándose en el espacio entre nosotros, viéndolo. El juego me informó que le había dado a Hell Bell.
Luego, algo salió en la pantalla táctil, como la parte de la Trainer Card en donde puedes poner tu firma.
“¿Te importaría decirme tu nombre para que pueda agradecerte más apropiadamente?”.
Ahora, eso me confundió… bueno, todo lo que estaba pasando me confundía, pero eso de verdad me sacó de onda. El juego debería saber el nombre programado desde un inicio para el personaje. De hecho, no podría reconocer escritura a mano. Pero escribí el nombre del personaje de mi hermano, que era “Dust”. Acababa de hacer la d>/em> cuando la voz me detuvo:
“No, no. Tu nombre real, por favor. No puedo agradecerte con un nombre falso, tú sabes”.
Mi corazón se detuvo por un segundo y se hundió en mi estómago antes de volver violentamente a mi pecho. ¿Cómo demonios sabía el juego que no estaba firmando mi nombre real?
“Tu nombre real, por favor”.
De nuevo, comencé a escribir. Nombre y apellido en el espacio que me dieron. Cuando finalicé, la pantalla desapareció y el hombre habló de nuevo:
“Gracias señorita. Estará feliz de saber que ahora me pertenece”.
La campana sonó dos veces más mientras mi sprite, en el momento masculino, se volteó y cambió a un sprite femenino… de cabello castaño, vestido totalmente de negro, justo como estaba yo en ese momento.
Hell Bell se movió hacia delante poniéndose sobre mi sprite y una caja de diálogo apareció:
“Hell Bell usó APRISIONAMIENTO”.
Luego de eso… la batería de mi DS murió. Estaba sumamente confundida. Lo admito, al principio simplemente me parecía un evento retorcido, causa de un secreto del juego desbloqueado por un pokémon, pero ahora…
No duermo, la comida parece hacerse ceniza en mi boca, el agua no apaga mi sed y la gente y los animales actúan como si la sombra de la muerte pasara sobre ellos cuando estoy cerca… Ya no soy yo. Le pertenezco a ese hombre… y a Hell Bell.
No sé qué pasó con ese pokémon, pero si lo recibí, seguramente alguien más lo hará… Tengan cuidado al usar el sistema de intercambio, por favor. Y si reciben a Hell Bell, no duden en resetear. Tu pokémon de evento no cuesta lo mismo que tu alma…
Advertencia Shiny
Te aviso desde este momento: puedes creerme, puedes no creerme, eso depende de ti. No es necesario que si no me crees, dejes un comentario para insultarme. Eso no cambiará nada de lo que ocurre en estos momentos; seas jugador o no, tú eres el que corre los riesgos, yo sólo cumplo con mi deber de compañerismo y buena educación pasando la información que he estado observando, y de la que ya tengo varias semanas dándole vueltas.Primero que nada, es una noticia sobre Pokémon.Sí, ya sé que conoces el juego y seguramente has de estar levantando los ojos al techo, pensando, “Hala, otra estupidez de creepypasta sobre un juego maldito de Pokémon”.Claro… yo también haría lo mismo. Si esto fuera un creepypasta. Me gustan los creepys de Pokémon bien hechos y me ruedan los ojos al primer escrito fusilado sobre cartuchos malditos; pero me estoy yendo por las ramas. Esto de lo que te estoy advirtiendo es tan real que lo puedes ir a comprobar en este instante a tu GTS de Pokémon y dedicarte a buscar hasta dar con la prueba.Si eres jugador de Pokémon, seguramente te estarás preguntando por qué retrasaron la salida al mercado de los nuevos Pokémon X y Y. Se suponía que saldrían a nivel mundial en un solo día, pero debido a los últimos sucesos, están trabajando de manera desesperada, tratando de añadir un filtro de última hora al GTS internacional. (Si no eres jugador de Pokémon, te explico rápido: el sistema GTS es una opción dentro del juego que te permite intercambiar pokémon con cualquier persona del mundo, siempre y cuando tengas internet).Todo esto “casi” por debajo del agua. Lo último que han dicho a la prensa en general es que simplemente se trata de unos ajustes para que todos podamos disfrutar en línea de las ventajas del juego. Seguro.Hace un par de meses, comenzó a ocurrir algo que dejó a varios jugadores de todas partes del mundo con un gesto de extrañeza, y tal vez, una ligera sonrisa de burla. Como todos los jugadores saben, encontrar un pokémon shiny es tremendamente difícil en su forma legal, y los que son usuarios asiduos al GTS de pokémon, saben que son muy populares los tocanarices que tienen ese pokémon que tanto quieres y te encanta y a cambio, te piden un Zekrom o cualquier legendario que se te ocurra… en el imposible nivel 9 o menor.Obviamente el filtro de GTS jamás permitiría que se pasara un legendario con estas características, ya que sería ilegal, y eso no les gusta a nuestros compadres de Nintendo.Muy bien, dejando en claro el punto de que te quedas con las ganas de arrojar el juego contra la cara de esos engreídos que sólo te presumen sus pokémon mientras te das cuenta de que no hay uno solo que te pida algo mínimamente posible… unos tres meses atrás, algo cambió en el sistema de los recién salidos Pokémon Blanco y Negro 2, que dejó extrañados a muchos jugadores.Primero, lo tomaron como un mal chiste. Luego, comenzó a correr el rumor de boca en boca (lo típico).Después, grupos de jugadores aguardaban y actualizaban sus GTS, buscando alguna pista del nuevo suceso que se estaba formando. Un jugador comenzó a subir pokémon shiny al sistema… pidiendo a cambio de sus criaturas nada más y nada menos que un Pansage, un Panpour o un Pansear. De un momento a otro, te puedes encontrar con ese Rapidash a nivel 100, magnífico y con las flamas grises al accesible precio de uno de los pokémon más comunes en las versiones Negra y Blanca. Un Kyurem perfecto o un Latios en tonos verdes… al alcance de uno de los pequeños simios.Suena genial, ¿verdad?Incluso, comenzaron a correr los rumores entre quienes dejaban por la noche a sus pokémon de intercambio en el GTS, que al día siguiente amanecían con que cualquiera de sus pokémon más sencillos había sido intercambiado por el maravilloso pokémon que pedían a cambio, siempre en nivel 100 y shiny. Los detalles y los rumores corrieron como la pólvora, sobre todo cuando los jugadores comenzaron a asegurar que en los intercambios jugador a jugador (en el GTS de Negociaciones) de repente aparecía un joven que les ofrecía a elegir entre tres legendarios shiny por cualquier pokémon que tuviesen y, apenas hecho el intercambio, éste se desconectaba sin darles la oportunidad de ofrecer por uno más.Bulbagarden, PokéForos, Liga Añil, Pokémon Age, Poké Community, Serebii.Net, Daisukii Club… los jugadores aguardaban a que apareciese el tema en “intercambios” de un jugador que ofrecía un Shiny a cambio de cualquier pokémon, y el afortunado primer comentario recibía el intercambio, antes de que el misterioso entrenador borrase su propia entrada.Esto no hubiera sido un gran problema, por supuesto… de no ser por lo que ocurrió después con los “afortunados” receptores.En los foros de pokémon en donde hacía poco que se había esparcido el rumor de este “benefactor”, comenzaron a circular los comentarios acerca de las consecuencias de semejante trato.No faltaron las burlas y las risas cuando uno de los recipientes de su pokémon de ensueño comentara que, desde el trato con este entrenador desconocido, había comenzado a tener sueños muy vívidos en los cuales alguien se sentaba a los pies de su cama, tan sólo observándole fijamente. Nunca se podía verle el rostro, pero podía percibirse su peso sobre la cama y la sonrisa que complementaba la sensación de vigilancia sobre el durmiente.A veces no se encontraba a sus pies, sino que lo veían recargado cerca de donde habían dejado el Nintendo DS.Primero fue uno. Luego, eran varios los que dejaban sus comentarios acerca de los mismos e inquietantes sueños, una y otra vez. Por supuesto, de inmediato salieron los graciosos a decir que era una historia inventada que todo mundo esparcía por diversión. Eso hasta que uno de los jugadores denunció que, en efecto, alguien había ingresado a su casa y se había robado todo. Todo con la excepción de su Nintendo DS y el cartucho de pokémon, además de que había dejado un mensaje en una de las paredes, escrito con uno de los lápices que el chico tenía cerca, “Muchas gracias”.Y de ahí se desató todo. Uno tras otro, comenzaron a aparecer las denuncias. Se grabaron videos de alguien ingresando a altas horas de la noche a las habitaciones de unos cuantos receptores de los pokémon shiny, quedándose de pie a un lado del durmiente, antes de comenzar a tomar objetos y llevárselos, para luego, dejar siempre el sencillo mensaje de “Muchas gracias”.Nadie entiende por qué las víctimas no pueden despertar o no lo escuchan cuando ingresa a las habitaciones. O por qué cuando creen verle, simplemente no pueden moverse.Lo que sí se sabe y es seguro, es que la compañía de Nintendo no se lo tomó a broma. Comenzaron a revisar los archivos de la GTS y los pokémon que se transfieren por medio de la página del Dreamworld, cuando se hace la sincronización del juego. Descubrieron que tenían un jugador registrado que aparecía en todos los intercambios con cada una de las víctimas.El problema era, que no lograban localizar su IP. Siempre los llevaba a una zona distinta y, normalmente, se trataba del IP de alguna de las víctimas en cuestión. Uno de los encargados de la seguridad de la empresa (como siempre, GRACIAS Wikileaks) buscó y se convirtió en uno de los beneficiarios que recibieron un pokémon legendario shiny de parte de este entrenador, y de inmediato los programadores se hundieron en la revisión del código del pokémon.El bicho era totalmente legal. Sin embargo, llevaba un virus consigo. Al momento de recibirlo, la conexión GTS enviaba al entrenador misterioso la ubicación exacta de quien había recibido su pequeño “regalito”. Cómo esta persona se mueve, viaja a través del planeta y logra entrar en las residencias de las personas, aún no lo han logrado averiguar.Nintendo está haciendo todos sus esfuerzos por integrar en sus nuevos juegos una mejora y filtro para que este evento no se vuelva a repetir. Desgraciadamente, para Pokémon Blanco y Negro 2 ya no se puede hacer mucho.La gran compañía japonesa no ha dicho nada al respecto. ¿Quién querría dar el anuncio de que uno de los juegos de mayor venta en el mundo es una ventana para que cualquier hacker pueda averiguar la localización de sus usuarios?De igual manera, los foros borran todo rastro de cualquier usuario desconocido que se dedique a repartir pokémon shiny a cambio de nada. Y ahora vigilan muy de cerca a quienes lo hacen, asegurándose de que se tratan de personas reales y que no supongan un peligro para nadie.No tengo más que decir para finalizar esto, que, de nuevo, si no quieres creerme, no lo hagas. No te obligo a ello.Sin embargo, puedes comprobar la veracidad de esta noticia ingresando en tu propio juego de Pokémon Blanco y Negro y de ahí, al GTS. En estos momentos, se está ofreciendo un Excadrill shiny por el sencillo precio de un Pansage. Si no lo encuentras a la primera, prueba por países. A veces aparece en Estados Unidos, a veces en Japón y otras en México o Grecia.Aunque de seguro, en algún momento un incauto lo tomará y entonces, el entrenador se pondrá a subir Latios y Latias shiny. Por algún motivo, son los más populares y siempre se acaban primero. Como dije antes, adelante, ve y compruébalo. No pierdes nada si observas ahí el anzuelo colocado para el resto de los jugadores, ¿cierto?Solamente asegúrate de no tomarlo. No caigas en la tentación de recibir una de estas criaturas especiales.No quieres ninguna visita indeseada en los siguientes días, ¿verdad?Aunque de todas maneras, alguien va a caer. SIEMPRE caen. Sin importar que les adviertas o les digas. Siempre hay quien hace el intercambio… y bueno.Muchas gracias.
martes, 12 de noviembre de 2013
Abandonado por Disney...
Algunos de ustedes habrán oído que Disney es responsable de al menos un real y «vivo» pueblo fantasma.
Disney construyó el centro turístico Isla Tesoro en la Bahía de Barker en las Bahamas. ¡No comenzó como un pueblo fantasma! Los cruceros de Disney realmente llegaban al centro y dejaban turistas para que se relajaran a todo lujo.
Esto es un hecho, pueden buscarlo.
Disney invirtió $30,000,000 en el lugar… sí, treinta millones de dólares.
Luego lo abandonaron.
Disney culpó a las aguas poco profundas que «no permitían a sus barcos navegar adecuadamente», e incluso culpó a los empleados, diciendo que como eran de las Bahamas eran muy holgazanes como para trabajar en un horario preestablecido.
Ahí es donde los argumentos de su historia terminan. No fue por la arena, y obviamente no fue porque «los extranjeros son holgazanes». Ambas son excusas convenientes.
No, dudo sinceramente que esas razones fueran legítimas. ¿Por qué no creo la historia oficial?
Por el Palacio de Mowgli.
Cerca de la ciudad costera de Isla Esmeralda en California del Norte, Disney emprendió la construcción del Palacio de Mowgli a finales de la década de los noventa. El concepto del parque temático era la jungla, con un gran palacio en el centro del lugar.
Si no están familiarizados con el personaje de Mowgli, quizá deberían tratar de recordar la historia El libro de la jungla. Mowgli es un niño que fue abandonado en la jungla, en donde fue criado por animales y a la vez amenazado y perseguido por otros animales.
El Palacio de Mowgli fue un proyecto controversial desde un inicio. Disney compró una tonelada de tierra de alto valor para ello y, de hecho, hubo un escándalo circundando a algunas de las compras. El Gobierno local los acusó de querer «dominar» su territorio, y luego cambió de parecer y vendió las propiedades a Disney. En un punto, una casa que apenas había sido construida fue demolida sin que se dieran motivos.
La tierra que el Gobierno tomó estaba destinada a un proyecto ficticio de la construcción de una carretera. El pueblo, sabiendo de qué iba el asunto, comenzó a llamarla «La pista de Mickey Mouse».
Luego vino el arte conceptual. Un grupo de empleados estirados de Disney convocaron a las personas a una presentación pública. Su intención era venderles la idea de lo lucrativo que sería el proyecto para todos. Cuando mostraron el arte conceptual, ese gigantesco palacio indio rodeado de una jungla, lleno de hombres y mujeres vestidos con taparrabos y equipamiento tribal… baste con decir que todos perdieron la cabeza.
Estamos hablando de un enorme palacio indio, jungla y taparrabos no sólo en el centro de un área relativamente rica, sino también en un área del sur de los Estados Unidos un tanto xenofóbica. Era una mezcla cuestionable para ese punto de la historia.
Pero Disney se apropió de la comunidad y no había nada que se pudiera hacer o decir al respecto. Los medios de comunicación estuvieron en contra del parque desde un comienzo, pero una extraña conexión entre las holdings de los medios de comunicación de Disney y otras instancias locales entró en juego y sus opiniones fueron en dirección opuesta.
Como sea, Isla Tesoro, las Bahamas. Disney puso esos millones y luego partió. Lo mismo sucedió con el Palacio de Mowgli: las instalaciones estaban terminadas, personas realmente llegaron al parque, las comunidades cercanas se atestaron de tráfico y se produjeron los contratiempos usuales asociados a la afluencia de turistas perdidos e irritados.
Luego todo paró. Disney lo clausuró y nadie supo qué demonios pensar. Pero estaban felices por ello. La pérdida de Disney fue muy hilarante para un enorme grupo de ciudadanos que no querían nada de eso para empezar.
Honestamente, no volví a pensar en ese lugar desde que escuché que cerró hace más de una década. Vivía quizá a cuatro horas de Isla Esmeralda, así que en realidad sólo escuché los rumores y nunca experimenté nada de primera mano.
Entonces leí este artículo de alguien que había explorado Isla Tesoro y publicado todo un blog sobre las cosas extrañas que encontró ahí. Cosas… que simplemente abandonaron. Cosas rotas, inutilizables, probablemente arruinadas por los disconformes empleados que habían perdido su trabajo. Hombre, seguramente los habitantes de todo el lugar colaboraron en destruir el centro. Esas personas se debieron de sentir tan enojadas con Isla Tesoro como se sintieron aquí con el Palacio de Mowgli.
Bueno, a lo que trato de llegar es que ese blog sobre Isla Tesoro me puso a pensar. Aun cuando habían pasado muchos años desde que cerró, supuse que sería interesante hacer una expedición al Palacio de Mowgli. Tomar algunas fotos, escribir sobre mi experiencia y probablemente ver si hay algo que me podía llevar a casa como recuerdo.
No voy a decir que no perdí tiempo en llegar ahí, porque sinceramente me tomó un mes desde que encontré ese blog sobre Isla Tesoro animarme a ir a Isla Esmeralda. En el curso de ese mes, por supuesto, investigué mucho sobre el parque temático… o mejor dicho, lo intenté. Naturalmente, ningún sitio oficial de Disney hacía ninguna mención de él.
Aún más extraño, sin embargo, era que aparentemente nadie antes que yo había pensaba en publicar algo acerca del lugar o siquiera subir una fotografía. Ninguno de los programas de televisión local o sitios web de periódicos había dicho nada sobre el parque, aunque eso era lo esperado, puesto que habían decidido seguir el mismo camino que Disney. No iban a estar exhibiendo sus fracasos, ¿saben?
Recientemente aprendí que las organizaciones pueden pedirle a Google, por ejemplo, que remueva enlaces de los resultados de búsqueda… básicamente por ningún motivo. Pensándolo bien, probablemente no era que nadie habló del lugar, sino que sus palabras se hicieron inaccesibles.
Así que en conclusión apenas y podía encontrar el parque. Los lugareños no me ayudaron en nada, pues la mayoría eran inmigrantes que se habían mudado a la playa en años recientes… o antiguos residentes que sólo me hicieron mala cara al momento que empecé preguntar, «¿sabe a dónde puedo encontrar el Palacio de…?».
El viaje en auto me llevó a un excesivamente largo camino de maleza. Plantas tropicales habían crecido descontroladamente y saturado el área junto con las especies de flora nativas que realmente pertenecían ahí, e intentaban reclamar su tierra.
Estaba asombrado cuando llegué a la entrada principal del parque. Era una inmensa puerta monolítica de madera, cuyos soportes en ambos lados parecía como que si se hubiesen extraído directamente de secoyas gigantes. La puerta en sí había sido agujerada en varios lugares por pájaros carpinteros y carcomida desde la base por insectos excavadores.
Colgando en la puerta estaba una lámina de metal con letras garabateadas con pintura negra: «ABANDONADO POR DISNEY». Claramente la obra de algún antiguo residente o empleado que quería hacer una pequeña protesta. La puerta estaba lo suficientemente abierta como para entrar caminado, pero no en auto, así que agarrando mi cámara digital, seguí mi camino a pie.
Los adentros del lugar estaban tan llenos de vegetación como la entrada. Palmeras descuidadas sobre pilas de sus propios cocos; matas de plátano en un estado similar, recubiertas de su propio desecho apestoso y plagado de insectos. Había cierto choque entre orden y caos, ya que plantas perennes sembradas cuidadosamente se mezclaban con la maleza y pestilentes hongos ennegrecidos.
Todo lo que quedaba de la estructura exterior estaba arruinado, sólo era madera podrida y varios trozos carbonizados de materiales inidentificables. Lo más interesante era una estatua de Baloo, el oso amistoso de El libro de la Jungla, que se encontraba en una especie de patio enfrente del edificio principal. Estaba esculpido en una posición jovial con los brazos extendidos hacia uno, viendo a la nada con una sonrisa infantil, con mierda de ave cubriéndole su «pelaje» y enredaderas por toda su plataforma.
Me acerqué al edificio principal, el palacio, encontrándome con que la fachada estaba llena de grafiti en donde la pintura original aún no se había descarapelado. Las puertas de la entrada no sólo estaban abiertas, sino que habían sido separadas de sus bisagras y robadas.
Por encima de las puertas, o el amplio espacio en donde una vez habían estado, alguien pintó una vez más la frase «ABANDONADO POR DISNEY».
Me gustaría poder contarles sobre todas las cosas increíbles que encontré dentro del palacio. Estatuas olvidadas, cajas registradoras abandonadas, una súper secreta sociedad de vagabundos… pero no. El interior del edificio estaba tan escueto, tan vacío, que creo que incluso se robaron la moldura de las paredes. Todo lo que era demasiado grande como para ser robado, mostradores, mesas, árboles artificiales gigantes, se encontraban reposando entre ese espacio deshabitado que amplificaba el sonido de cada paso que daba.
Revisé todos los lugares que podrían parecer interesantes de alguna forma. La cocina era como se imaginarían, un área para preparar alimentos industriales con todos los utensilios y el espacio, sin escatimar gastos. Cada superficie de vidrio estaba rota, cada puerta colgaba de sus bisagras, cada superficie de mental abollada y dentada. Todo el lugar olía a orina. El enorme congelador, ahora ni siquiera remotamente helado, tenía estante tras estante vacío. Había ganchos adheridos al techo, probablemente para colgar carne. Los baños se encontraban en el mismo estado que el resto del lugar. Había una capa como de dos centímetros de agua estancada en el suelo, así que no me quedé mucho tiempo. Lo raro era que los inodoros y lavados (y los bidés en el baño de mujeres, sí fui ahí) goteaban o estaban húmedos, cuando lo lógico era que tuvieron que deshabilitar el servicio de agua desde hace demasiado tiempo.
Había muchos cuartos en el parque, pero naturalmente no tenía tiempo para revisarlos todos. Los pocos que sí revisé estaban igualmente destruidos, y no esperaba encontrar nada en ellos. Pero pensé que había un televisor o radio en una habitación, porque me parece haber escuchado una conversación silenciosa viniendo de ella; aunque eran más como susurros, tal vez el eco de mi respiración o sólo otro caso del sonido de agua fluyendo engañando a mi mente… pero sonó como esto:
1: «No lo creía».
2: (respuesta corta, desconocida).
1: «No lo sabía. No lo sabía».
2: «Tu padre te lo dijo».
1: (respuesta desconocida, o posiblemente sólo sollozos).
Lo sé, lo sé, suena ridículo. Solamente les estoy contando lo que vivencié, por qué creí que podría haber alguien en esa habitación —o peor, unos maleantes que se habían ocultado ahí y probablemente me habrían acuchillado—.
Cuando había vuelto a la entrada del palacio supuse que no había encontrado nada que valiera la pena y había perdido mi tiempo.
Mientras miraba fuera de la puerta, noté algo interesante en el patio, que aparentemente había pasado por alto. Algo que podría darme al menos una cosa que mostrar y que me retribuyera lo que invertí en el viaje, aun si se trataba de una fotografía.
Había una estatua realista de una pitón, quizá de 20 metros, enrollada y «asoleándose» en el pedestal ubicado en el centro de la zona. Ya casi era tiempo para que el sol se metiera, así que la luz caía sobre el objeto en el ángulo perfecto para una fotografía.
Me acerqué a la pitón y le tomé la foto. Luego me puse de puntillas y le tomé otra. Me acerqué un poco más para ver los detalles de su rostro.
Lentamente, casualmente, la pintón levantó su cabeza, miró directamente hacia mis ojos, se giró y bajó del pedestal, yendo hacia los árboles.
Todos los 20 metros. Su cabeza desapareció entre el bosque antes de que su cola siquiera abandonara el pedestal. Estaba atontado, completamente estupefacto. Mi boca debió de estar abierta una eternidad antes de que volviera en sí y la cerrara. Parpadeé un par de veces y retrocedí de donde había estado la serpiente, hacia el palacio. Aunque ya se había ido, no me iba a exponer a nada y regresé al edificio.
Di un respiro y me abofeteé la cara para recobrar la noción de dónde estaba. Busqué un lugar para sentarme, ya que mis piernas se sentían como gelatina en ese momento. Por supuesto, no había ningún lugar para sentarse, a menos que quisiera reclinarme en las esquirlas de vidrio y la alfombra de plantas muertas o apoyarme sobre la mesa de fiabilidad cuestionable.
Había visto unas escaleras cerca del vestíbulo del palacio, y decidí ir ahí para sentarme hasta que me sintiera mejor. Las escaleras estaban lo suficientemente lejos de la parte anterior del edificio como para estar relativamente limpias, aparte de una ligera concentración de polvo. Tomé una lámina de metal de la pared con el mismo lema de «ABANDONADO POR DISNEY» al que ya me había acostumbrado. Puse la lámina sobre el escalón y me senté en ella para mantenerme un tanto limpio.
La escalera conducía hacia abajo, por debajo del nivel del suelo. Usando el flash de mi cámara como una linterna improvisa, pude ver que los escalones terminaban en una puerta de malla metálica con un candado. Había un letrero en la puerta, un letrero real, que decía, «¡SÓLO MASCOTAS! ¡GRACIAS!».
Esto me levantó un poco los ánimos, por dos razones. Primero, porque un área de «sólo mascotas» definitivamente tuvo que tener cosas interesantes en sus días. Segundo, porque el candado seguía en su lugar; nadie había ido ahí abajo, ni vagos, ni maleantes, nadie.
Ese podría ser el único lugar «explorable», y tal vez encontraría algo para fotografiar o robar —había ido al palacio mentalizado de que estaba bien llevarme cualquier cosa, porque, hey, «abandonado»—.
No me llevó mucho romper el candado, el tiempo había hecho la mayor parte del trabajo. El área fue un cambio agradable del resto del edificio. Para empezar, cada dos o tres lámparas de techo había una que sí funcionaba, aunque parpadeaba y se apagaba de un momento a otro. Tampoco había sido robado o roto nada aún.
Las mesas tenían libretas y bolígrafos, había relojes, las sillas estaban regadas y había un pequeño cuarto de recreo con un viejo televisor en estática y comida y bebidas caducadas en los mostradores. Parecía una de esas películas post-apocalípticas en las que todo permanece como se encontraba para el momento de evacuación.
Mientras caminaba por los corredores de ese sub-sótano, los escenarios se volvían más y más interesantes. Las mesas y escritorios estaban caídos, había papeles en el suelo hechos una masa en el piso mojado, y una larga capa de moho estaba cubriendo el originalmente rojo tapiz del suelo.
Todo estaba severamente humedecido. Los productos de madera se desintegraban cuando le aplicaba la más mínima fuerza, y las vestimentas colgadas en ganchos en una de las habitaciones simplemente se deshilaban cuando trataba de descolgarlas.
Algo que me molestó fue que las luces se volvían cada vez más escasas en tanto me adentraba en los acuosos y sofocantes interiores de ese lugar.
Eventualmente, llegué a una puerta pintada de negro y amarillo, con las palabras «ARREGLO DE PERSONAJES 1» pintadas en la parte superior. Supuse que era probablemente en donde guardaban los disfraces, y definitivamente quería una foto de ese desastre lúgubre y apestoso.
Dentro, el cuarto era exactamente como me lo imaginaba. Varios disfraces de Disney colgados en las paredes como extraños cadáveres de caricatura colgando de lazos invisibles. Había todo un estante de taparrabos y vestimentas «nativas» al final.
Lo que encontré extraño, y lo que quería fotografiar de inmediato, era un disfraz de Mickey Mouse en el centro del cuarto. A diferencia de los demás disfraces, éste estaba recostado sobre su espalda en el centro como la víctima de un asesinato. El pelaje del disfraz estaba raída y descosiéndose, resultando en varios agujeros en la tela.
Lo que era aún más extraño, sin embargo, eran los colores del disfraz. Se veía como el negativo de una fotografía del Mickey Mouse real. Negro donde debería ser blanco y blanco donde debería ser negro. Su overol rojo era azul claro.
La escena me desconcertó lo suficiente como para que decidiera fotografiarlo de último. Le tomé fotos a los disfraces colgando de las paredes. Ángulos hacia arriba, ángulos hacia abajo, tomas laterales para mostrar una entera fila de rostros de caricatura congelados y pútridos, a algunos faltándole un ojo de plástico.
Luego decidí armar una escena. Sólo una de las cabezas de esos personajes desaliñados en el resbaloso y mugriento piso. Me acerqué a la cabeza del disfraz del Pato Donald y la retiré cuidadosamente para que no se fuera a deshacer en mis manos.
En lo que miraba a la mohosa cabeza de ojos grandes, un fuerte sonido de algo cayendo me hizo sobresaltarme.
Vi hacia mis pies, y entre mis zapatas había un cráneo humano. Había caído de la cabeza de la mascota y se había hecho añicos en el suelo; sólo quedaban el rostro vacío y la mandíbula inferior, viendo hacia mí.
Solté la cabeza del pato inmediatamente, como se esperaría, y me moví hacia la puerta. Mientras estaba parado en la entrada, volteé a ver al cráneo en el suelo.
Le tenía que tomar una foto, ¿saben? Tenía que, por un sin número de razones que pueden sonar tontas, pero sólo si no lo piensan a fondo.
Iba a necesitar pruebas de que esto pasó, especialmente si Disney iba a hacerlo desaparecer de alguna manera. No tenía ninguna duda en mi cabeza, desde el comienzo, de que aun si sólo se trataba de negligencia grave, Disney era responsable de esto.
Ahí fue cuando Mickey, esa versión en negativo de él a la mitad del cuarto, se empezó a levantar. Primero sentándose, luego apoyándose sobre sus rodillas. Ese disfraz de Mickey Mouse… o lo que estaba dentro de él, se puso de pie, viéndome fijamente con su rostro falso mientras yo murmuraba «No…» una y otra vez.
Con mis manos temblándome, mi corazón palpitando violentamente y piernas que de nuevo se habían convertido en gelatina, alcancé a levantar la cámara y apuntarla a la criatura que ahora me estudiaba.
La pantalla de la cámara digital mostraba sólo pixeles muertos en la forma de esa cosa. Era una silueta perfecta del disfraz de Mickey. Cuando la cámara se movía por mi pulso tembloroso, los pixeles se dispersaban, alterando la pantalla a donde quisiera que la silueta de Mickey se moviese.
Luego la cámara murió. La pantalla se tornó negra y silenciosa… e inservible.
Alcé la vista de nuevo hacia el disfraz de Mickey.
«Oye», dijo con una voz débil y distorsionada, pero que remedaba perfectamente a la de Mickey Mouse, «¿quieres ver cómo me quito la cabeza?».
Comenzó a tirar de su propia cabeza, posando sus torpes dedos enguantados alrededor de su cuello con movimientos impacientes, como un herido que trata de liberarse de las mandíbulas de su depredador.
Mientras empujaba con sus manos desde su cuello… tanta sangre…
Me di la vuelta, escuchando el enfermizo sonido de prendas y carne siendo rasgadas… sólo me interesa salir. Arriba de la entrada del cuarto, vi el último mensaje tallado en el metal:
«ABANDONADO POR DIOS».
Nunca logré sacar las fotos de la cámara. Nunca hice la entrada de blog sobre ello. Luego de que hui de aquel lugar, de que hui por mi cordura, si no es que por mi vida, comprendí por qué Disney no quería que nadie se enterara de su existencia.
No querían que nadie como yo entrase.
No querían que nada como eso saliese.
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