jueves, 24 de octubre de 2013

El me observa.

No sé por qué lo hace… No tengo idea de quien es…Solo sé que me observa a la hora de dormir, ¿qué quiere de mí?... ¿Por qué me observa?.

Es lunes, y como estoy de vacaciones claramente se sabe que estaré encerrado en mi cuarto todo el día viendo la tele o jugando algún tipo
de juego y desvelarme hasta tarde, hasta entonces estaré esperando hasta esa hora cuando ’’él’’ llegue y vea quien es, no puedo dormir
gracias a ‘’el’’, llegara hoy… yo lo se… pues siempre le apetece llegar a la hora de dormir. Nunca llega tarde pues cuando el reloj marca
 las 10:00pm hay que dormir, 5 minutos después ‘’el’’ llega…

Hoy vengo preparado para ‘’el’’, pues eh tapado todas las ventanas y puertas sin que quedara un hueco en donde se saliera la luz, eh instalado
algunas que otras cámaras, para que no se me escape, tengo una cámara pequeña por si acaso, son las 5:00pm, falta poco…
Estaré esperándolo hasta entonces tengo que investigar un poco sobre esto, puede que no sea el único al que le pase esto, tal vez encuentre
algo de información, eso espero, solamente quiero ponerle un alto a esto… para mí y para todos.

Son las 7:00pm hasta ahora solo eh conseguido un poco de información, pero creo que será más que suficiente, se trata de un tipo que le
gusta espiar a sus víctimas se le llama ‘’El observador’’  hasta ahora solo una persona ha sobrevivido para contar un poco de esto… dice ‘’Esa
cosa no dejaba de verme cada noche, solo sé que quería matarme por gusto de satisfacer su gusto de sangre el día que veas sus ojos será
tu perdición…’’ , esto fue más que suficiente para darme cuenta que un asesino me vigila y que soy su siguiente víctima, se dice que la noche
que sus ojos se tornen de un color verde obscuro significara solo una cosa… Tu muerte.

Ya son las 9:30pm faltan 35 minutos nada más para que todo termine o fracase, espero que todo salga bien. Estoy en mi cuarto listo y
encerrado para lo que ocurra solamente iré por algo de tomar y luego volveré para prender las cámaras, siento como todo esto hace que
mi cuerpo sienta unos que otros escalofríos, tengo miedo y esto aterrado… solamente tomare algo y me iré de nuevo a encerrarme
 en mi cuarto al momento de entrar a la cocina he escuchado unos ruidos extraños que parecía ser que provenían de afuera, ¿pero que ha
llegado más temprano que de costumbre, acaso ha descubierto mi plan?, tengo que actuar rápido e ir a mi cuarto a encerrarme, active las
cámaras a través de mi computador, la primera cámara estaba dirigida hacia la puerta de enfrente… Estaba cerrada, la segunda cámara
estaba dirigida hacia la puerta de atrás… Igual estaba cerrada y la última cámara estaba dirigida en la sala, en donde se podía ver
claramente todo, me tranquilice un poco al saber que todavía no llegaba, pero me fije un poco por la ventana y estaba ahí a fuera… Él
estaba parado frente a mi casa me quede paralizado del susto pues porque hace unos momentos atrás la cámara no lo había captado,
¿cómo rayos pudo lograr eso?, pero parecía que todavía no era mi fin hasta que subió la mirada y mostro sus ojos verdes… Salí del cuarto asustado, fui a la cocina rápidamente y tome un cuchillo, estaba decidido saldría a fuera a enfrentarme a el saque mi cámara y la puse en modo visión nocturna, salí de la casa y grite valientemente pero un poco temeroso ‘’Sé que estás ahí, sal ya para que te pueda verte’’
parece que mis palabras lo hicieron salir… para mi sorpresa era un adolescente que parecía tener unos 17 años, reaccione sin pensarlo 2 veces corriendo hacia él y dirigiendo mi cuchillo hacia su estómago pero él fue más rápido y antes de que lo tocase ya estaba en suelo con un cuchillo encajado levemente en mi estómago ,  se rio de mí y dijo ‘’jajaja, crees que me vencerás así nomás me vencerás que niño más estúpido’’ entonces fui ahí cuando sonaron las sirenas de una policía, gracias a que la vecina había llamado a la policía por haber escuchado ruidos extraños, desangrándome yo le dije ‘’Creo que eso lo hará otra persona jaja ’’ la policía lo acorralo y lo arrestaron mientras a mí me trataban mis graves heridas.

Unos meses después el ‘’Observador’’ se suicidó, o todos pensaron tal cosa, pues me había llegado una carta con tan solo 3 palabras que me tienen paralizado del susto… ‘’Él te observa’’.

sábado, 12 de octubre de 2013

Splendor Man : Dreams


¿Pero qué está pasando? , todo está fuera de control.Se suponía que están eras nuestras vacaciones especiales, nadie ni nada nos iba a interrumpirnos, cumpliría mi promesa de hacerla feliz. Pero sin querer las cosas salieron de controlSe suponía que serian nuestras vacaciones Pero ahora se convirtió en un infierno.La luna brilla en el cielo oscuro y sin estrellas, pero apenas su luz atraviesa por el denso bosque... -Sally!!* – la llamo desesperadamente. Mi pequeña corre por el bosque pero no me hace caso ,no responde a mi llamado desesperado, solo veo su silueta moverse… ni si quiera mira hacia atrás…corro tras de ella lo mas que puedo..Cuando estoy suficientemente cerca para detenerla… ella se detiene…veo horrorizado su pequeño vestido rojo pero tiene una mancha muy oscura en su pecho…esta goteando con sangre.en mi mano hay un cuchillo con sangre… lo suelto de inmediato- Hija, lo siento -me arrodillo y bajo la mirada…- perdóname! - le ruego, ella no me mira…- Sally –la vuelvo a llamar, levanto mis manos para alcanzarla pero unas enormes manos negras me cubrían la cara, enterrando sus afiladas garras en mis ojos, grito desesperadamente………

Un ruido extraño me despertó de un sobresalto. A duras penas consigo despegar mis párpados, mi cuerpo está lleno de sudor y siento un fuerte dolor de cabeza- qué hora es?- me pregunto, miro mi reloj de mano y son las 9 pm* tanto que he dormido desde el almuerzo? Me siento en la orilla de la cama y froto mis ojos, siento un extraño ruido pero debe ser la lluvia. Retiro suavemente el edredón y me incorporo en silencio para no despertarla a mi niña. Permanezco todavía unos segundos sentado esperando paciente el retorno completo de mi consciencia. Realmente tuve una pesadilla muy horrible… ella es mi vida y lo único que tengo.* Me incorporo y arrastro mis pies por el pasillo hacia el baño, cuando entro y enciendo la luz encuentro que hay sangre salpicada por todos lados y los vidrios del espejo y ventanas están rotos. Siento una terrible angustia que se apodera de mí. Como si algo o alguien me la estuviera produciendo.. Tengo dificultad para respirar.

Me apoyo en el sucio lavamanos, me miro en lo que quedo del espejo pero apenas puedo ver mi propio reflejo…..en mi rostro también hay marcas de sangre. Me limpio de inmediato. Apenas tomo la toalla para secarme cuando escucho un gran ruido de vidrios rotos, las bombillas eléctricas, todas estallaron. Debe ser por una sobrecarga del generador.Todo queda oscuro así que metí la mano a mi bolsillo, aun tenia mu encendedor-¿Hija estas bien?- llame muy preocupado, ella odia la oscuridad. -Sally!! - comienzo a llamarla desesperadamente. Corro de forma muy torpe por el pasillo chocando con varios muebles, cuando llego a su puerta tanteo la manilla pero no se encuentra. Así que de un golpe abro la habitación de ella, todo está oscuro y de solo escucho una de sus cajas musicales. Me acerco a la ventana y abro las cortinas para ver si entra algo de luz del exterior, un rayo cae y veo que tampoco no está en su cama, solo un viejo walkie talkie y un dibujo. Saco mi viejo encendedor de bolsillo e ilumino el pequeño dibujo, en ella esta dibujado un hombre alto con un traje con puntos, trato de recordar, este tipo de dibujos siempre los hacía, era su amigo imaginario….lo llamaba Splendorman.Le di la vuelta a la hoja y tenía algo escrito con su propia letra. “padre, si me quieres encontrar te esperare en mi lugar favorito pero como tu ni me escuchas te dejare algunas pistas. No te preocupes padre, yo soy muy diferente, no te pagare con la misma moneda que lo has hecho conmigo.Sally.

Pd: mira mi caja musical.”

la radio también tiene una nota pegada con cinta adhesiva “llévalo contigo padre “

Otro rayo cae y la habitación se ilumina por completo, la música para de inmediato de sonar. Alumbro la pequeña caja y saco una nota doblada“vete a la cabaña 7” 

Busque desesperadamente una linterna pero las baterías no funcionaban, por suerte aun las luces de los faroles funcionaban bien.Rápidamente me puse un cortaviento y la radio atada a mi cinturón, las luces de los faroles no me ayudaba mucho y la lluvia empeoraba cada vez más. Camine con dificultad sobre la hierba mojada. Cuando estaba cerca de la cabaña pude sentir unos extraños ruidos, yo no quiero involucrar a nadie más pero ya estaba atrapado, tarde o temprano todo se sabría.-¿hay alguien ahí? - nadie contesto pero por un segundo tuve la ligera impresión de que alguien se aproximaba a mí. La oscuridad se hacía cada vez mas envolvente, como su fuera una manta oscura cayendo sobre mí. No sabré si estaba imaginando cosas pero pude sentir su respiración jadeante cada vez más fuerte. - ¿Quién está ahí? – Volví a preguntar – no obtuve repuesta. 

……

Aquella cabaña estaba muy cerca pero esos minutos me parecieron un infierno.Se vería desde la cabaña una luz muy tenue y pálida brillaba desde la ventana. Me acerque pero la puerta estaba totalmente cerrada. Me acerque a las ventanas , pero estaban cerradas por unos barrotes ..Vi una nota pegada y la saque, lo primero que note es que estaba escrita por ella. Alumbre la nota y la leí. 


“las llaves están muy lejos, vetee al cuarto de recepción, te espera una sorpresa” 

aun no entendía que era lo que había hecho mal, hasta el momento todo iba muy bien, nos divertimos mucho, a ella le gusta jugar conmigo y complacerme en lo que sea.-esto no es las escondidas, ¿porque me haces esto hija? –todas esas preguntas estaban en mi cabeza. Me costaba que no pudiera hacer nada, estoy segura que esta actuado así por otra persona, pero quien? Gire alrededor de la casa buscando alguna entrada ,fue entonces cuando vi la primera señal de miedo.. En una de las ventanas estaba el oso de felpa ensangrentado de ella, era su juguete favorito y raramente se separaban. No podía ingresar. Mi única salida era buscar las llaves


La sala de recepción estaba a dos cabañas después de la mía…tendría que retroceder mucho.Me puse en camino cuando de nuevo se escucharon unos extraños ruidos detrás de mí. La radio comenzó a sonar muy extraño.Algo frio, húmedo y pegajoso roso mi mejilla, perdí el control de mis nervios.Estaba paralizado por el miedo, apenas me pude mover para voltear. Fue entonces cuando lo vi por primera vez. Era real. Aquel hombre alto con ese extraño traje. No podía gritar. Cerré los ojos para no verlo ¡oh! No quería verlo, pude sentir como le levanto con sus enormes garras, abrí los ojos. Era mucho más horrible de lo que me imagine..Mostraba sus enorme colmillos como si estuviera muy furioso…este sería mi fin- me repetía para mí mismo.




En ese momento un cuervo paso por delante de nosotros, sentí su horrible grito y caí al piso, me inmediato me arrastre y corrí lo mas que pude. No pare de correr y caerme, solo quería escapar de aquella pesadillaMire hacia atrás y no lo volví a ver, no sabía que era esa cosa, era como un monstruo usando un traje de payaso. Ya estaba muy cansado así que comencé a caminar un poco más lento.


…….

Cuando llegue a la caballa de la recepcionista no había nadie en su interior, las luces estaban apagadas. -¿hay alguien allí? – pregunte muy angustiado, nadie respondió. Así que solo empuje la puerta y esta se abrió de inmediato. Saque mi encendedor de nuevo e ilumine la zona.El sitio estaba muy abandonado y polvoriento. El papel mural estaba arrancado de las paredes y había muchos dibujos de esa criatura. Todas ellas como si fuera realmente inofensivo.“te encontrare hija, te lo prometo”las llaves la pude encontrar muy fácilmente, estaban casi todas apiladas en una bandeja con otro dibujo de ella. Las tome todas.

a lo lejos escucho la misma melodía del aquellas cajas musicales, vienen de una de las habitaciones de la recepción.La puerta estaba cerrada por suerte tenía varias llaves en mi poder, cuando abro la puerta hay una persona muerta justo frente a mí, era una mujer y estaba pegada a la pared, el olor era increíble, había moscas por todas partes. A pesar de esa asquerosa escena lo que había sobre ella me preocupo aun másuna hoja pegada al cuerpo me acerque y lo examine más de cerca. 

El dibujo me preocupo mucho aquella bestia estaba besando a mi hija, ese monstruo la estaba besando, solo sentía furia pero también miedo de que pudiera hacerle daño. Leí la nota.

“te lo dije, el siempre me protegerá, incluso de ti”

que demonios significa esto?, cuidarla de mi? solo quiero tu seguridad hija!- la radio hacia cada vez mas interferencia 

Trate de apagarla pero me detuve cuando de nuevo escucho aquellas cajas musicales de mi hija. Doy vueltas pero no hay nadie..Trate de calmarme, ese ruido solo era mi imaginación pero no paraba esa música. Cayó un rayo que iluminó toda la habitación, aquella cosa de nuevo estaba delante de mí. Con toda mi desesperación abrí la puerta pero justo en frente de mi pude ver la silueta de mi hija correr. Corrí tras de ella- espera hija!- le grite pero ella siguió corriendo, con la lluvia se me dificultaba mucho en verla , solo pude correr mas y mas rápido tras de ella . Sentía como me seguía, pude ver cosas saliendo de su espalda, como si fuera enormes tentáculos. mi pequeña Sally aun seguía corriendo, , pero apenas veía su sombra , la lluvia entorpecía mi vista además el suelo estaba muy resbaladizo.la puede seguir solo hasta cuando llego al borde de un barranco. Ella desapareció aun tenía miedo de mirar hacia atrás por aquella criatura.Cuando lo hice ella estaba detrás de mí y me empujo.Perdí la conciencia por unos minutos

Un ruido extraño me despertó; había jurado de que alguien estuvo encima de mi jadeando.la oscuridad era total y el silencio me ahogaba, apenas caía la lluvia. Me levante y pude ver una nota junto al árbol que estaba al lado mío.

“la verdad está más cerca de lo que crees. El sur es un buen lugar para caminar “

pd: espero que te pueda servir esto.

Junto a la nota había una brújula.- Esto no debía de estar pasando!. Esto es un infierno. No debería de estar pasando por esto! – jadié un poco. ya sentía mucho frio y estaba completamente entumecido.

Me era imposible subir nuevamente al menos que diese una vuelta hasta llegar por el camino, por suerte la lluvia 

No me fue muy difícil encontrar de nuevo un camino, esta vez me sentía más seguro, el cielo estaba despejado y se podía ver una enorme luna llena


*Mire a la brújula, me llevaba precisamente al sur, como ella quería.Tal vez sea mi imaginación o mi cerebro jugando en mi contra. Miraba esos tentáculos detrás de mí...Escondido siempre en las copas de los arboles pero cuando volteaba no había nada. Solo camine lo más rápido que podía..Estaba totalmente agotado.Seguí el largo camino, pero las visiones y la estática de la radio empeoraba, me di cuenta que cada vez que esa criatura estaba cerca el aparato no paraba de hacer ruidos de interferencia. Esa criatura pasada totalmente desapercibida a través de los arbolesCorrí lo más que pude…los caminos eran muy estrechos como si el lugar hubiese estado abandonado por décadasSeguí caminando por el oscuro sendero hasta que vi a lo lejos una zona iluminada.

Era un viejo cementerio, nada más que unas lapidas en el desnudo suelo, iluminadas por unos oxidados faroles. el musgo cubría la mayoría de las tumbas y apenas se veían sus nombres, las vi una por una, alumbrándolas con la linterna, en una de ellas estaba el pequeño traje de mi hija, estaba todo ensangrentado. Sobre él había otra nota.

“este lugar es el paraíso y aun así sufres? Solo quería que fueras feliz pero aunque acabes conmigo él no se cansara……nadie puede salvarte…..


No te olvides del número mágico”

Guarde el traje junto a la nota. la radio comenzó a sonar diferente, no era con la misma estática si no con un ruido muy diferente a los anteriores . no le di mucha importancia…comencé a ver las tumbas una por una para ver si encontraba algo nuevo , pues no eran muchas pero estaban bastantes separadas entre si .no encontré nada, solo escritos raros y algún otra nombre como scarlert F, Martin F. alex....Hasta que me detuve sobre otra tumba…había otra notala letra era muy diferente a la anterior, no era de Sally si no de alguien más

“es hora de retroceder el tiempo y recordar tu pecado..Estas asustado? Presta más atención a ti mismo que en esta vida todo se paga, incluso la muerte”


Es mensaje estaba claro para mi, ya tenía las llaves, tendría que caminar o correr hacia el oeste, hacia la cabaña 7.



La estática se hacía peor. Esta vez sí lo pude ver delante de mí. Llevaba un traje y un sombrero negro con puntos de colores , una corbata de moño roja , unas enormes garras negras y su cara…no tenia ojos..Eran solo dos óvalos pintados..Sobre esa piel lisa, tampoco tenía nariz , solo mostraba su macabra sonrisa. Me daba miedo. El quiere acabar conmigo

Que es lo que quieres de mi?- le pregunte, estaba realmente asustado, esta criatura no dudaría en atacarme – solo dime qué quieres, te lo puedo dar , no me mates!!El se acercaba cada vez mas.. De su espalda comenzó a salir de nuevo sus tentáculos. Esta noche moriré. 

Corrí lo mas que pude pero casi me dio un ataque, esa criatura apareció delante de mí como si se hubiera teletrasnportado. Di un grito de horror.Seguí corriendo por el sendero de tierra tratando de escapar de esa criatura. …..Mas delante estaba el campo de trigo, decidí perderlo de vista allí.El campo estaba totalmente abandonado y tendría que moverme con mucho sigilo para no ser descubierto. Mire mi brújula, el camino era correcto, solo tendría que ir en línea recta. Aunque la hierba me llegaba sobre la cabeza.mire hacia atrás, aquella criatura ya no estaba, me levante un poco para ver pero no había nadie a mi alrededor.Seguí mi camino caminando lo más rápido que pude. Muy pronto me tope con un espantapájaros, me acerque y tenía otro dibujo. Saco el encendedor para alumbrar cuando descubro con horro que era el cuerpo mutilado de una persona. Saque la nota y corrí. El campo estaba lleno de ellos, todos ellos mutilados de una manera muy cruel. 

Cuando por fin creí que el campo iba a terminar la criatura aparece detrás de mí, corrí lo mas que pude , la cabaña 7 estaba a la vista, saque las llaves y entre.

Apoye mi espalda detrás de la puerta y me deje caer al piso…estaba realmente agotado tanto física como mentalmente.Todo estaba oscuro, saque de nuevo mi encendedor. Quede horrorizado. Todas las paredes estaban cubiertas con dibujos y fotos, me pare y comencé a observar aquellas hojas y dibujos de mi hija junto a esa criatura, otras con unos mensajes “te odio”, “¿por qué me hiciste esto?”, “tú me matas” 

En el centro del la habitación solo había una mesa, en el centro unos pequeños zapatitos, los tome y los guarde. Es esto lo que quieres que vea, hija?. Recorrí todas las habitaciones hasta que encontré las puertas del sótano, me arme de valor y comencé a descender las escaleras.Las paredes eran blancas con marcas de sangre…habían muchas manos marcadas. Suelo era solo de cemento. en el centro de la habitación había cuatro velas, una mancha de sangre seca y en el centro una fotografía , según la fecha de esta era de hace 3 años, la tome y le di vuelta “La verdad está en el principio “

Qué verdad? , la única verdad es la que te amo. Esa es mi única verdad. Tanto que he recorrido solo para llegar al principio. Tengo que llegar a mi cabaña.Las paredes comienzan a crujir y la radio comenzó a sonar de nuevo, el sonido de esta ya me ponía los pelos de punta. Mire hacia delante, de las pareces comenzó a gotear sangre y una chispa comenzó a corroer la pared.

“bienvenido al infierno”

Comencé a toser fuertemente. Esto era obra de el, aquella criatura que habitaba en las profundidades del bosque solo quería aniquilarme. Subí las escaleras y abrí la puerta, en el piso había unas pequeñas huellas de lodo de unos piecitos desnudos. - Sally! Sally!!- comencé a llamarla 

Salí corriendo hacia afuera. Me detuve, la radio solo dio un chillido tan fuerte que llegue a taparme los oídos. Gire lentamente la cabeza y en el umbral de la cabaña que acababa de salir, el estaba parado, quieto como si fuera una estatua. Me miraba como si analizara mis movimientos. 

Retrocedí lentamente pero el permaneció inmóvil. Estaba horrorizado.El apenas se movió y con solo un gesto de su mano indico que podía continuar.

Por fin esta maldita noche por fin terminaría. Corrí hacia la cabaña , abrí la puerta y me dirigí hacia su cuarto..Allí estaba ella, recostada sobre su cama*, su dulce y pálida cara, su ensangrentado rostro, sus heridas. Te he extrañado, no sabes cuánto te he extrañado, por fin todo vuelve a la normalidad

Me arrodillo junto a ella y las sombras comienzan a envolverme, sus negras manos tapan mis ojos y lentamente pierdo la conciencia

……

Me desperté con mucha dificultad, estaba en el mismo sótano de la cabaña 7 y estaba encadenado con las manos hacia arriba, mis pies también estaban atados, mis mejillas estaban húmedas por mis lágrimas.Perdóname hija, eres mi gran amor, solo tú me comprendías pero solo me engañe. Te obligue hacerlo muchas veces, Te amo. Ruego tu perdón por lo que he hice y por no escucharte, tu guardián será mi verdugo.. El charco de sangre a mis pies seguía aumentando. Escuchaba su voz, su dulce risa- perdóname hija, perdóname - algo tibio caía sobre mi cara…mi visión se tomaba roja…-ayúdame hija, lo siento, realmente lo siento, soy el único monstruo aquí.- está bien padre – escuche de lejos, solo pude levantar la mirada, el estaba frente a mí con ella en sus brazos, el no era una bestia.

- soy tu asesino hija, lo siento….Llore de alegría al oír esto, ellos quedaron mirándome de forma muy serena frente a mí. Cada vez perdía más mi fuerza, esta que de a poco me desvanecía. Era mi fin.-la cuidaras bien Splendor? – y ella respondió con una voz muy rara – descuida, ella es ya parte de mi.

sábado, 5 de octubre de 2013

La hora de Dormir.

Se supone que la hora de dormir debe ser un momento feliz para un niño cansado; para mí era aterrador. Mientras algunos niños pueden quejarse por ser enviados a la cama antes de que hayan terminado de ver una película o jugar su videojuego favorito, cuando yo era un niño, la noche era algo a lo que temer realmente. En algún lugar de mi mente lo sigue siendo.
Como alguien que ha sido instruido en las ciencias, no puedo demostrar que lo que me pasó fue objetivamente real, pero puedo jurar que lo que experimenté fue terror genuino. Un miedo que en mi vida, me alegro de decir, nunca ha sido igualado. Voy a relatarles todo lo mejor que pueda; tómenlo como mejor les convenga. Yo estaré contento con sólo sacarlo de mi pecho.
No puedo recordar exactamente cuándo inició, pero mi aprensión hacia conciliar el sueño parecía corresponder con haber sido trasladado a una habitación propia. Tenía ocho años de edad entonces, y hasta ese momento había compartido una habitación con mi hermano mayor. Como es perfectamente comprensible para un niño cinco años mayor que yo, mi hermano finalmente pidió una habitación para él solo y, como resultado, se me entregó la habitación en la parte trasera de la casa.
Era una habitación pequeña, estrecha, y sin embargo extrañamente alargada, lo suficiente como para alojar una cama y un par de muebles, pero no mucho más. Realmente no podía quejarme; incluso a esa edad, comprendía que no teníamos una casa grande y no tenía ningún motivo válido para estar decepcionado, puesto que mi familia era tanto amorosa como protectora. Fue una infancia feliz, durante el día.
Una ventana solitaria daba a nuestro jardín trasero, nada fuera de lo común, pero incluso durante el día la luz que se colaba en esa habitación parecía casi vacilante.

Mientras que mi hermano recibió una nueva cama, a mí me dieron la litera que solíamos compartir. Aunque me sentía mal por tener que dormir a solas, estaba emocionado ante la idea de poder dormir en la cama de arriba, lo que me parecía mucho más audaz.
Desde la primera noche recuerdo una extraña sensación de malestar abriéndose paso desde el fondo de mi mente. Me tumbé en la cama de arriba, observando mis figuras de acción y coches regados sobre la alfombra azul. En tanto batallas y aventuras imaginarias tenían lugar entre los juguetes del piso, no podía evitar sentir que mis ojos estaban siendo lentamente arrastrados hacia la litera de abajo, como si algo se moviera en el rabillo del ojo. Algo que no quería ser visto.
La cama estaba vacía, hecha impecablemente con una manta azul oscuro que cubría parcialmente dos almohadas blancas algo flácidas. No reflexioné más sobre ello en aquel momento, era un niño, y el ruido de la televisión de mis padres deslizándose por debajo de mi puerta me envolvía en una cálida sensación de seguridad y bienestar.
Me quedé dormido.
Al ser despertado de un sueño profundo por algo en movimiento, agitándose, te puede tomar un momento para realmente darte cuenta de lo que está sucediendo. El velo del sueño se cierne sobre tus ojos y oídos incluso cuando estás lúcido.
Algo se movía, no había ninguna duda al respecto.
Al principio no estaba seguro de lo que era. Todo estaba oscuro, casi completamente negro, pero entraba suficiente luz desde afuera como para distinguir los contornos del estrecho y sofocante cuarto. Dos pensamientos aparecieron en mi mente simultáneamente. El primero era que mis padres seguían en la cama, porque el resto de la casa estaba a oscuras, y en silencio. El segundo pensamiento se concentró en el ruido. Un ruido que obviamente me había despertado.
Mientras las últimas telarañas del sueño se desvanecían de mi mente, el ruido tomó una forma más familiar. A veces el más simple de los sonidos puede ser el más desconcertante; una brisa fría meciendo un árbol, los pasos de un vecino incómodamente cerca, o, en este caso, el simple sonido de sábanas revolviéndose en la oscuridad.
Eso era, sábanas revolviéndose en la oscuridad como si un durmiente perturbado estuviera tratando de ponerse cómodo en la cama de abajo. Me quedé inmóvil, reteniendo el pensamiento de que el ruido era o mi imaginación, o tal vez sólo mi gato buscando en donde pasar la noche. Fue entonces cuando noté la puerta, cerrada como lo había estado antes de que me quedase dormido.
Quizá mi madre había venido a chequearme y el gato se había escabullido en mi habitación.
Sí, eso debió de haber sido. Me volví hacia la pared, cerrando los ojos con la vana esperanza de que pudiera volver a dormirme. Mientras conciliaba el sueño, el movimiento de debajo de mí cesó. Pensé que había espantado a mi gato, pero pronto me di cuenta de que el visitante en la cama de abajo era mucho menos mundano que mi mascota tratando de dormir, y mucho más siniestro.
Como si hubiera sido molestado, descontento por mi presencia, el durmiente perturbado comenzó a revolverse y girar violentamente, como un niño haciendo un berrinche en su cama. Podía oír las sábanas torcerse y girar con una ferocidad cada vez mayor. El miedo se apoderó de mí entonces, no en la misma manera sutil en que lo había experimentado hace un momento, sino que ahora era potente y sobrecogedor. Mi corazón se aceleró en tanto mis ojos se dilataron, escudriñando la oscuridad casi impenetrable.
Dejé escapar un grito.
Como la mayoría de los niños hacen, instintivamente llamé a mi madre. Podía escuchar pisadas desde el otro lado de la casa, pero en cuanto di un suspiro de alivio porque mis padres venían a salvarme, la litera de repente empezó a temblar violentamente como si estuviera siendo sacudida por un terremoto, chocando repetidamente contra la pared. No me atreví a saltar de la cama por temor de que la cosa abajo se me acercara y me atrapara, llevándome hacia la oscuridad, así que me quedé allí, con los nudillos blancos atrayendo las sábanas hacia mí como un manto de protección. La espera me pareció una eternidad.
La puerta finalmente, y gracias a Dios, se abrió de golpe, dejándome inmóvil bajo la luz, mientras que la litera de abajo, el lugar de descanso de mi visitante no deseado, permanecía vacío y silencioso.
Yo lloraba y mi madre me consolaba. Lágrimas de miedo, y luego de alivio, corrían por mi cara. Sin embargo, a pesar de todo el horror, no le dije por qué estaba tan asustado. No puedo explicarlo, pero era como si lo que sea que hubiera estado en esa cama volvería con que siquiera hablara de ello, o pronunciara una sola sílaba de su existencia. Si eso era así en verdad, no lo sé, pero cuando era niño sentí como si esa amenaza invisible se mantuviera cerca, escuchando.
Mi madre se acostó en la cama vacía, prometiéndome que estaría allí hasta la mañana. Eventualmente mi ansiedad se calmó, el cansancio me obligó a dormir de nuevo; pero permanecí inquieto, despertando continuamente al sonido de sábanas revolviéndose.
Recuerdo que al día siguiente quería ir a cualquier parte, estar en cualquier parte, excepto en aquella habitación estrecha y sofocante. Era sábado y pasé jugando afuera muy contento con mis amigos. Aunque nuestra casa no era grande tuvimos la suerte de tener un extenso jardín en la parte posterior. Jugábamos allí a menudo, pues gran parte se había dejado crecer y podíamos ocultarnos en los arbustos, escalar el enorme árbol de sicomoro que sobresalía por encima de todo, y fácilmente imaginar que estábamos en una aventura fantástica, en alguna tierra exótica salvaje.
Aunque todo era muy divertido, ocasionalmente dirigía mi mirada a esa pequeña ventana; ordinaria, delgada, inocua. En el exterior, el exuberante entorno verde de nuestro jardín acompañado de las caras sonrientes de mis amigos no pudo extinguir la sensación que recorría mi espina dorsal. La sensación de que había algo en esa habitación observándome jugar, esperando la noche cuando estuviera solo, entusiasmadamente lleno de odio.
Puede sonarles extraño, pero cuando mis padres me dejaron solo de nuevo en esa habitación por la noche, no dije nada. No protesté, ni siquiera inventé una excusa de por qué no podía dormir allí. Simplemente entré en la habitación disgustado, subí los pocos escalones hacia la cama de arriba y luego esperé. Ahora que soy adulto estoy contando a todos acerca de mi experiencia, pero incluso a esa edad me sentía casi tonto de hablar de algo para lo que en realidad no tenía evidencias. Estaría mintiendo, sin embargo, si digo que esa fue la razón principal; todavía sentía que esa cosa se enfurecería con que siquiera hablara de ello.
Es curioso cómo ciertas palabras pueden permanecer ocultas de tu mente, sin importar cuán flagrantes o evidentes sean. Una palabra me llegó esa segunda noche, cuando estaba acostado en la oscuridad solo, asustado, consciente del cambio en el ambiente; un engrosamiento del aire, como si algo más lo hubiera desplazado. Al escuchar los primeros movimientos ocasionales de la ropa de cama de abajo: el primer incremento ansioso en mi ritmo cardiaco. Esa palabra, una palabra que había enviado al exilio, se filtró a través de mi conciencia, liberándose de toda represión y tallándose a sí misma en mi mente.
«Fantasma».
En lo que ese pensamiento vino a mí, me di cuenta de que mi visitante no deseado había dejado de moverse. Las sábanas de la cama yacían tranquilas y quietas; pero habían sido reemplazadas por algo mucho más aterrador. Una lenta, rítmica y áspera respiración escapaba de la cosa de abajo. Me podía imaginar su pecho subiendo y bajando con cada respiración sórdida, sibilante y confusa. Me estremecí, y deseé, más allá de toda esperanza, que se fuera sin incidentes.
Entonces algo inconfundiblemente escalofriante sucedió: se movió. Se movió de una manera diferente que la de antes. Cuando se agitaba en la cama parecía inmotivado, descontrolado, casi animal. Este movimiento, sin embargo, fue impulsado por la conciencia, con propósito, con un objetivo en mente. Pues esa cosa que yacía en la oscuridad, esa cosa que parecía estar decidida a aterrorizar a un niño, tranquilamente y con indiferencia, se sentó. Su dificultosa respiración se había vuelto más ruidosa ahora que sólo un colchón y unas cuantas tablillas delgadas de madera separaban mi cuerpo de ello.
Me quedé inmóvil, mis ojos se llenaron de lágrimas. Un miedo que las meras palabras no pueden expresar ni a ustedes ni a nadie corría por mis venas. Me imaginé cómo luciría esa cosa sentada ahí, escuchando desde debajo de mi colchón, esperando obtener la más mínima señal de que estaba despierto. La imaginación entonces se convirtió en una realidad desconcertante. Comenzó a tocar las tablillas de madera sobre las que mi colchón se sostenía. Parecía que las tocaba con cuidado, llevando lo que me imaginaba que eran dedos y manos a lo largo de la superficie de la madera.
Luego, con mucha fuerza, hizo presión entre dos tablillas, en el colchón. Incluso a través del relleno, se sintió como si alguien me hubiera metido violentamente sus dedos en mi costado. Dejé escapar un alarido y la sibilante y temblorosa cosa en la cama de abajo respondió a ello haciendo vibrar la litera, como lo había hecho la noche anterior.
Una vez más fui bañado en luz, y allí estaba mi madre, amorosa, preocupándose por mí como siempre lo hacía, con un abrazo reconfortante y palabras tranquilizadoras que eventualmente atenuaron mi histeria. Por supuesto, ella me preguntó lo que me pasaba, pero no pude decirle, no me atreví a decirle. Simplemente dije una palabra una y otra y otra vez.
«Pesadilla».
Este patrón de acontecimientos continuó durante semanas, si no meses. Noche tras noche me despertaba al sonido de sábanas revolviéndose. Gritaba cada vez, como para no darle a esa abominación tiempo para que me tocara y me «sintiera». Con cada grito la cama se sacudía violentamente, deteniéndose con la llegada de mi madre, quien pasaría el resto de la noche en la cama de abajo, aparentemente ignorante de la fuerza siniestra que torturaba a su hijo por las noches.
En varias ocasiones me las arreglé para fingir estar enfermo y pensé en otras razones no-del-todo-ciertas para dormir en la cama de mis padres, pero la mayoría de las veces estaba solo en ese lugar por las primeras horas de cada noche.
Con el tiempo puedes desensibilizarte de casi cualquier cosa, sin importa cuán terrible sea. Me había llegado a dar cuenta de que, por cualquier razón que fuera, esa cosa no podía hacerme daño cuando mi madre estaba presente. Estoy seguro de que lo mismo se aplicaría con mi padre, pero por más amoroso que él fuera, despertarlo de su sueño era casi imposible.
Después de unos meses me había acostumbrado a mi visitante nocturno. No confundan esto con una amistad sobrenatural, yo detestaba la cosa. Aún le temía sobremanera, ya que casi podía sentir sus deseos y su personalidad, si se le puede llamar así; una llena de un odio perverso y retorcido que me anhelaba, tal vez de entre todas las cosas.
Mis mayores temores se hicieron más patentes durante el invierno. Los días eran cortos, y las noches más largas proveían a ese desgraciado de más oportunidades. Fue un tiempo difícil para mi familia. Mi abuela, una mujer maravillosamente amable y gentil, se había deteriorado grandemente desde la muerte de mi abuelo. Mi madre estaba haciendo todo lo posible para mantenerla en su vecindario, pero la demencia es una enfermedad degenerativa y cruel, despojando a la persona de sus recuerdos un día a la vez. Pronto ella dejó de reconocernos, y quedó claro que tendría que ser trasladada de su casa a un hogar de ancianos.
Antes de que pudiéramos moverla, mi abuela tuvo unas noches particularmente difíciles y mi madre decidió que se quedaría con ella. Por mucho que amaba a mi abuela y no sentía más que angustia por su enfermedad, hasta el día de hoy me siento culpable de que mis primeros pensamientos no fueran sobre ella, sino de lo que mi visitante nocturno me podría hacer en caso de que se percatara de la ausencia de mi madre; su presencia siendo lo único de lo que estaba seguro que me protegía de todo el horror que esa cosa podría llegar a hacerme sentir.
Me apuré a mi casa después de la escuela ese día, y de inmediato quité las sábanas y el colchón de la cama de abajo, colocando sobre las tablillas un viejo escritorio, una cajonera y algunas sillas. Le dije a mi padre que estaba «haciendo una oficina», lo que encontró adorable, pero ni en broma le daría a esa cosa un lugar para dormir por otra noche más.
Cuando la oscuridad se acercaba, no sabía qué hacer. Mi único impulso fue el de recoger del joyero de mi mamá un crucifijo pequeño que había visto antes allí. Aunque mi familia no era muy religiosa, a esa edad yo todavía creía en Dios y tenía la esperanza de que de alguna manera eso me protegería. A pesar de mi miedo y ansiedad, mientras apretaba el crucifijo debajo de mi almohada con una mano, el sueño eventualmente llegó. Esperé despertarme por la mañana sin mayor incidencia; desafortunadamente, esa noche fue la más terrorífica de todas.
Me desperté gradualmente. La habitación estaba una vez más a oscuras. En lo que mis ojos se acostumbraban empecé a distinguir poco a poco la ventana y la puerta, las paredes, algunos juguetes en un estante y… Incluso hasta el día de hoy me estremezco al pensar en ello, pues no había ningún ruido. Ninguna agitación de las sábanas. Ningún movimiento en absoluto. La habitación se sentía sin vida. Sin vida, mas no vacía.
Mi visitante nocturno, esa desagradable y sibilante cosa llena de odio que me había aterrorizado noche tras noche, no estaba en la cama de abajo, ¡estaba en mi cama! Abrí la boca para gritar, pero no emití palabra. El terror absoluto había suprimido el sonido de mi voz. Me quedé inmóvil; si no podía gritar, no quería hacerle saber que estaba despierto.
Hasta ese momento no lo había visto, sólo podía sentirlo. Se ocultaba bajo mi sábana. Podía ver su contorno, y podía sentir su presencia, pero no me atreví a mirar. Su peso recaía sobre mí, una sensación que nunca olvidaré. Cuando digo que las horas pasaron, no exagero. Acostado allí inmóvil, en la oscuridad, horrorizado.
El miedo a veces puede desgastarte, hacerte un manojo de nervios, dejando sólo el más mínimo rastro de ti detrás. ¡Tenía que salir de esa cama! Entonces lo recordé, el crucifijo. Mi mano todavía estaba debajo de la almohada, pero no tenía nada. Lentamente tanteé alrededor para encontrarlo, minimizando lo mejor que pude el sonido y las vibraciones que causaba, pero no lo pude encontrar. O lo había tirado de la cama, o… ni siquiera podía concebirlo: lo habían tomado de mi mano.
Sin el crucifijo perdí toda noción de esperanza. Incluso a una edad tan joven, puedes estar bastante consciente de lo que es la muerte, e intensamente asustado de ella. Sabía que iba a morir en esa cama si me quedaba allí, pasivo, expectante, sin hacer nada. Tenía que salir del cuarto, pero ¿cómo? ¿Debía saltar de la cama y esperar que llegara a la puerta a salvo?, ¿qué si era más rápido que yo? ¿O debería arrastrarme lentamente fuera de la cama, esperando no despertar a mi compañero de litera?
Al darme cuenta de que no hizo nada cuando me moví tratando de encontrar el crucifijo, empecé a tener las ideas más extrañas.
¿Y si estaba dormido?
Ni siquiera había respirado desde que me desperté. Tal vez estaba descansando, creyendo que finalmente me poseía. Que finalmente estaba en sus garras. O quizá estaba jugando conmigo, después de todo eso es exactamente lo que había hecho por incontables noches, y ahora que estaba debajo de ello, apretado contra mi colchón sin una madre que me protegiera, tal vez sólo lo estaba posponiendo, saboreando su victoria hasta el último momento posible. Como un animal salvaje saboreando su presa.
Traté de respirar tan superficialmente como me fue posible, y reuniendo cada gramo de coraje que pude, comencé a levantar la sábana con la mano derecha. Lo que encontré bajo esas cubiertas casi detuvo mi corazón. No lo vi, pero en lo que mi mano movía la sábana, rozó algo. Algo suave y frío. Algo que sin lugar a dudas se sentía como una mano delgada.
Contuve la respiración, asustado, pues ahora estaba seguro de que sabía que estaba despierto.
Nada.
No se movía, parecía… muerto. Tras unos momentos llevé la mano un poco más adentro de la sábana y sentí un antebrazo delgado y mal formado; mi confianza y curiosidad casi mórbida creció en tanto me movía hacia un bíceps desproporcionadamente grande. El brazo estaba estirado, acostado sobre mi pecho, con la mano apoyada en mi hombro izquierdo, como si me hubiera agarrado mientras dormía. Entendí que tendría que mover ese apéndice cadavérico si quería escapar de sus garras.
Por alguna razón, la sensación en el hombro de mi ropa siendo arrugada por ese invasor de la noche me detuvo en seco. El miedo una vez más se acumuló en mi estómago y en mi pecho, mientras retiraba mi mano con disgusto por el tacto de cabello desarreglado y grasoso.
No me atrevía a tocar su cara, pero hasta el día de hoy me pregunto cómo se habría sentido.
Dios santo, se movió.
Se movió. Fue sutil, pero su agarre en mi hombro y a lo largo de mi cuerpo se hizo más fuerte. No hubo lágrimas, pero por Dios que quería de llorar. Mientras su mano y brazo se enrollaban en mí, mi pierna derecha tocó la pared que estaba contra la cama. De entre todo lo que me pasó en esa habitación, esto fue lo más extraño. Me di cuenta de que la rancia y sofocante cosa que obtenía gran placer de violar la cama de un niño, no estaba enteramente encima de mí. Estaba saliendo de la pared, como una araña cazando desde su guarida.
De pronto, su agarre pasó de un apretón leve a un estrujón repentino; me jaló y arañó mi ropa, como asustado de que su oportunidad pasara. Opuse resistencia, pero su brazo esquelético era demasiado fuerte para mí. Su cabeza se alzó, retorciéndose bajo la sábana. Ahora comprendía hacia dónde era que me estaba llevando, ¡a la pared! Luché por mi vida, lloré y de pronto mi voz había regresado, gritando, pero nadie vino.
Entonces supe por qué estaba tan ansioso, por qué tenía que poseerme en ese instante. A través de mi ventana, esa ventana que parecía representar tanta maldad desde afuera, nacía esperanza: los primeros rayos de sol. Seguí luchando, sabiendo que de aguantar un poco más, se iría. Mientras luchaba por mi vida, el parásito sobrenatural cambió de táctica, acercándose poco a poco a mi pecho, con su cabeza ahora asomándose por debajo de las sábanas, sibilante, tosiendo, jadeando. No recuerdo sus facciones, simplemente recuerdo su aliento contra mi rostro, fétido y tan frío como el hielo.
A medida que el sol apareció en el horizonte, ese lugar oscuro, ese cuarto asfixiante fue purificado, bañado por la luz solar.
Me desmayé cuando sus dedos flacos rodearon mi cuello, sacando la vida de mi cuerpo.
Fui despertado por mi padre ofreciéndome desayuno, ¡una vista en efecto maravillosa! Había sobrevivido a la experiencia más horrible de mi vida hasta ese momento, y ahora. Despegué la cama de la pared, retirando asimismo los muebles que creí que harían desistir a esa cosa de tomar una cama. Poco sabía que intentaría tomar la mía… y a mí.
Nunca le conté a nadie esta historia. Hasta el día de hoy, aún me despierto cubierto en sudor frío al sonido de las sábanas revolviéndose, o un jadeo causado por un resfriado; y ciertamente nunca duermo con la cama contra la pared. Llámenlo superstición si quieren, pues como he dicho, no puedo descartar explicaciones convencionales, tales como parálisis del sueño, alucinaciones o una imaginación demasiado activa, pero puedo decir esto: al siguiente mes mis padres me dieron su habitación en el otro extremo de la casa y ellos tomaron ese extrañamente sofocante pero alargado lugar como su dormitorio. Me dijeron que no necesitaban una habitación espaciosa, sólo una lo suficientemente grande como para alojar una cama y algunas otras cosas.
Duraron diez días. Nos mudamos al onceavo.


The daffy duck murderer.

Ya era adulto, tenia 23 años y mis padres murieron en un accidente de tránsito. Por desgracia mía, no tenía a nadie a mi lado: mis parientes más cercanos vivían en Carolina del Sur, algo muy lejos de Alabama. Nosotros eramos los únicos de la familia que no teníamos el mínimo contacto cercano con nadie. Como yo no trabaja y no podía mantener solo el departamento, tuve que conseguir algún empleo rápido, algo que me encajara y que me gustara. Fui cuadra por cuadra, buscando negocio por negocio algún cartel de “Se busca empleado” o “Se busca ayudante“. No tuve suerte este día, lo iba a intentar mañana. Me acosté, puse el despertador a las 7:00 para ir bien temprano a buscar trabajo. Dormía tranquilamente hasta que me llego a mi cabeza recuerdos de lo que paso ese horrible día en la casa de mi mejor amigo Juan. No pude conciliar el sueño en toda la noche, me llegaban y llegaban recuerdos.
Llegó el día. Me vestí rápidamente para salir a buscar empleo, busque en todo mi barrio y no encontraba nada, otra vez no era mi día, hasta que vi un cartel en una tienda de películas, videojuegos y series. No me demoré en absoluto en conseguir empleo: el dueño me aceptó sin preguntarme nada ni pedirme curriculum. Empecé mi trabajo como vendedor. Mi única tarea era arrendar lo que había en la tienda. La tienda atendía las 24 horas y yo trabajaba en horario nocturno, de 8:00 PM a 0:00 PM. Mi primer día era como estar en el cielo: sabía que desde ahora ya iba a empezar a ganar dinero, iba a poder pagar el arriendo del departamento. No me costó adaptarme a las ordenes de mi jefe, la tienda era muy grande y con una variedad de películas y series, sobretodo dibujos animados para los niños. Mi segundo día de trabajo era normal como el anterior, era un noche bien calmada y fría. Pude contemplar la densa neblina que rodeaba la tienda, y el guardia de seguridad que protegía la puerta principal andaba algo intranquilo. Se pudo apreciar un ambiente bien tenso, las dos únicas personas que quedaban en la tienda se fueron, quedamos nosotros (yo y el guardia). Como ya eran más de las 1:24 de la madrugada, el guardia me dijo que ya era hora de cerrar. Estaba preparando mis cosas para irme, pero me dijo que me quedara aquí porque se veía peligroso afuera por la densa neblina. Mientras veíamos en una tele pequeña “Las aventuras de Fabricio“, las luces comenzaron a parpadear. Pegué un susto de la silla; el guardia me dijo que me quedara tranquilo, ya que era común que pasara esto en la tienda. Le pregunté si había alguna clase de espectro o algo paranormal. El guardia terminó riéndose y seguíamos viendo la serie. Se mostraron los créditos de la serie, apagamos y el guardia me dijo que fuéramos a la bodega a buscar algunas de las series guardadas en unas cajas. Lo acompañé. Como la bodega quedaba aparte del local, salimos afuera por el callejón, done había demasiada neblina y era imposible ver. Entramos a la bodega y vimos una pila de cajas amontonadas, buscábamos alguna serie o película interesante. Una de las ventanas de la bodega se abrió violentamente y entró un viento que hizo que una de las pilas de caja se cayera encima de mi.  El guardia no podía contener su macabra risa mientras me rescataba de la pila de cajas. Yo recogía los cassetes de video para ponerlos en su lugar, hasta que vi una cinta con un nombre que me dejo frío unos momentos, la cinta tenia el título de “Looney Tunes: The daffy duck murderer” (Looney Tunes: El pato Lucas asesino).
Llegó a mi mente una visión de lo que paso hace 8 años. El guardia preguntó si estaba bien, salí de la visión y le dije que sí. Volví a leer el título de la cinta. Al momento pensé que se trataba de una broma para llamar la atención al espectador, ya que estos eran mis dibujos favoritos de la infancia. Le avisé al guardia que viniera a ver esto: vio el título y emitió una risa entre dientes, pero a mi no me dio absolutamente nada de risa. Me dijo que volviéramos al local y le echáramos un vistazo. Sentí que mi subconsciente me hablaba de que viera esta cinta , pero yo me negaba por dentro. El guardia insistió que le echáramos un vistazo. Volvimos a la tienda para revisar el contenido de esta cinta: mis manos estaban temblando y algo sudadas. Inserté el video en el reproductor VHS. Nos sentamos con algo de comer para ver la cinta y encendí la televisión a Modo Video. De inmediato la cinta empezó a reproducirse: apareció la intro con un tipo de efecto ‘screenfade‘, al momento la intro no era la misma que los demás episodios de Looney Tunes. Aquí la música alegre y clásica de estos dibujos estaba ausente, no sonaba en ningún momento. El título “Looney Tones presents” se acercaba demasiado lento hacia el espectador. Después de 30 segundos el título se detiene. Seguían apareciendo otras cosas misteriosas en la intro: dos manos dibujadas con sangre de mal presupuesto salían desde el fondo del círculo de colores. No pude reconocer las manos de el personaje que se ocultaba allí, pero al final, este habla diciendo: “Esto es lo que nunca olvidaran amigos, joajoa joajoa“. Quien quiera que fuera el dibujo que se ocultaba allí, emitió una risa bien grave y malévola. Luego de este efecto, aparece el titulo de “The daffy duck murderer“, con una letra cursiva y en rojo oscuro; pareciera que los editores no tuvieron tiempo de hacer algo mejor en este episodio. El guardia se sentía incomodo con lo que veía, yo estaba asustado y solo quería irme de ahí, pero la neblina poco a poco empezaba a colocarse más y cada vez más densa. De pronto algo se escuchó atrás: no tuve las agallas de ir a ver que era, el guardia se paró a ver y no había nada. Seguíamos viendo el episodio… El intro termina, pasó al cuadro de escena del episodio, un circulo negro empezó a agrandarse como de estos típicos finales de los dibujos animados, que aparece un dibujo mientras el circulo se cierra, pero este era al revés: se abría en vez de cerrar y lo hacía muy lentamente… Comenzó como un episodio normal de los Looney Tunes, pero no sabíamos que de poco a poco este episodio se transformaría en una pesadilla. Bugs Bunny aparece caminando un buen rato, no más de 2 minutos y pareciera que el cuadro de escena era el mismo y se repetía una y otra vez. Luego de los 2 minutos, éste saca una zanahoria de su bolsillo y lo empieza a masticar con una brutalidad… pude sentir el enojo que tenía el conejo… podíamos ver como la escena se cortaba cada 15 segundos y volvía a la misma: Bugs Bunny comiendo una zanahoria….. ésto duro más o menos 35 segundos. Un cuadro negro se interpone en la escena por 15 segundos, pasa a otra y vemos a Bugs Bunny sentado en el borde de un árbol mal dibujado y sin hojas. En verdad, la escena donde estaba el conejo era demasiado pobre: no habían nubes ni vegetales, el dibujo simplemente no tenía vida. Bugs Bunny entre susurros dice: “En verdad quieres ver esto viejo? No puedes sentir el dolor que tengo?“.
Una frase bien fría y escalofriante para ser Bugs Bunny. Comía su zanahoria con demasiada tristeza. De pronto, la cámara hace un zoom al conejo y éste en seguida se pone triste y empieza a llorar descontroladamente, corría sangre de su nariz. Bugs Bunny mira hacia la cámara como si tuviera un odio hacia el espectador, diciendo entre dientes: “¡¡ÉL ME HA ECHO DAÑO!! NO LO PROVOQUES, NO LO BUSQUES!!!“, Bugs Bunny se levanta y lanza su zanahoria medio masticada a la cámara, la escena se corta y empieza a distorsionarse. En seguida pausé la cinta y le dije al guardia que no podía seguir viendo eso. El guardia estaba un poco asustado y aun así se hacía el valiente: me dijo que me quedara, que no pasaba nada. Le puse play a la cinta: ahora en escena se ve Pepe le Pew y su novia Gata, discutiendo por algo. El interior de la escena se vuelve violenta, ellos se agarran a golpes de una forma real. Quedé algo confundido, porque ésto no era normal de un episodio de Looney Tunes. Vimos como manchas de sangre saltaban a la cámara, no pude contener más el miedo.
La cámara hace un acercamiento hacia Gata: estaba muy herida, su cara estaba ensangrentada con los golpes que había recibido por Pepe le Pew. Ésta tenia una pierna quebrada y un hueso dibujado de muy buena calidad estaba en su pierna como si fuera una fotografía bien recortada pegada en la escena. Lo más raro de esto, es que el hueso era lo único dibujado en calidad en el episodio. La sangre no paraba de saltar, un ruido extraño sonó en el interior de la escena y todo se vuelve violento. Aparece en la escena Daffy Duck, diciendo: “Otra vez con sus peleas de ñoños? Esto es lo que quieren que los niños vean? joajoajojaojoa“. Daffy Duck emitió una risa bien parecida a la que se escuchó en la Intro. El guardia andaba confundido al igual que yo y no podíamos creer lo que estábamos viendo y que clase de cinta era esa. Daffy Duck, sonriendo malvadamente dice: “HAGAMOS ALGO DIVERTIDO CON ESTA BASURA.“. Era increíble el dialogo que usaron para crear este episodio, palabras con doble sentido y palabras muy groseras. Lo que vi después hizo que se me pusieran los pelos de punta: Daffy Duck saca de detrás de su cola un cuchillo, empieza a apuñalar a Gata en varias ocasiones hasta provocarle la muerte. La cámara hace un enfoque a Daffy Duck: a éste se le ve sin ojos, como si se los hubieran borrado, tenía una sonrisa demoníaca que daría un susto a cualquiera.
Sonriente, empieza a reírse por 30 segundos con una risa macabra y escalofriante. Luego de estar satisfecho con asesinar a Gata, empieza a violar el cadáver muerto de Gata. Éste le dice ya en el piso ya muerta: “¿Te calienta que te lo metan perra? Wajajajajajaj!!!!“. Daffy Duck se para y escupe sangre sobre la cara de gata, mientras Pepe le Pew se siente alegrado y riéndose de la muerte de su novia Gata. Le dije al guardia que pausara la puta cinta en seguida, pero el control no funcionaba y las luces empezaron a parpadear con demasiada frecuencia. El episodio seguía en marcha: Daffy Duck riéndose, degolla a Pepe le Pew, cortando su cabeza y mostrándosela al espectador, mientras dice: “ESTO ES LO QUE QUERÍAN NIÑOS? LES GUSTA LA SANGRE? PRONTO SUS CABEZAS SERÁN MÍAS! WAJAJAJAJAJAJ“. La escena cambia repentinamente y con una música parecida a la de Suicide Mouse, Daffy Duck come las vísceras de Gata con sus grandes dientes afilados. Su pelaje estaba erizado. Un sonido empezaba a sonar mientras este comía las vísceras, como si alguien estuviera masticando algo cuando se producía la escena. Daffy Duck después de comer, hace un giro con su cabeza y mira hacia la cámara con una cara endemoniada y con los dientes cubiertos de sangre… de a poco empieza a caminar de patas y a acercarse al espectador, como si éste fuera su próxima victima. La escena inmediatamente se corta. Un ‘screenfade’ aparece con un fondo negro por 30 segundos mientras una voz de una niña gritando decía “AYUDAME!!! AYUDAMEE PORFAVOR!!! AYUDAME.. NO DEJES QUE CORTE MI CABEZA!!“. Después de eso, aparecieron los créditos ordinarios.
El guardia estaba pálido, se paró de la silla y rápidamente cogió un bate, quebró la tele y el reproductor.
Asustados, corrimos fuera de la tienda, pero la puerta principal no se abría y la de atrás tampoco. Desesperado cogió su arma y se dio un tiro en la cabeza. Me salpicó sangre en la cara; estaba asustado y grité como loco, no sabía que hacer.
Rompí la ventana y logre escapar hacia mi hogar. A la mañana siguiente me enteré de una noticia trágica: el dueño y el guardia del local “Video World” habían muerto esa noche. Sentí que algo no andaba bien: que yo recuerde, nuestro jefe se encontraba en casa y no estuvo con nosotros. La esposa de éste lo encontró muerto en la cama, degollado y sus vísceras no estaban (sospecho que alguien se los robó). Pero cuando vio un mensaje escrito con su sangre en la pared, ésta se desmayó. El mensaje decía: “DESDE AHORA SERÉ LA PESADILLA DE TODO EL PUEBLO – Daffy Duck“. No gané nada de dinero, así que me tuve que mudar del departamento. Ésto sucedió hace aproximadamente 3 meses. Actualmente vivo con mi mejor amiga Jessica. Hoy en día, aun tengo pesadillas con el suceso que pasó en la tienda.